Washington. El secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, denunció ayer una “campaña deliberada para matar, torturar y violar” en la ciudad ucrania de Bucha, donde, según acusó el gobierno ucranio, se hallaron decenas de cadáveres tras la retirada de las tropas rusas, aunque no aportó pruebas, informó la agencia de noticias Reuters.
“Esto refuerza nuestra determinación y la de otros países de garantizar que, de alguna manera, un día u otro, quienes cometieron estas acciones rindan cuentas”, agregó.
Blinken aseguró que Estados Unidos trabaja, como otros, para “reunir pruebas que respalden los esfuerzos del fiscal general de Ucrania” y los de la comisión de investigación del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas.
En una audiencia en el Congreso, el secretario de Defensa Lloyd Austin afirmó que los expertos del Pentágono intentan determinar qué unidades rusas estaban en Bucha. “Seguimos investigando y se hará un esfuerzo significativo para establecer un vínculo entre los individuos que estuvieron presentes con el momento en el que probablemente ocurrieron estos hechos”. Agregó: por ahora “no estamos seguros, pero seguiremos buscando”.
Kiev acusa a los soldados rusos de asesinar a civiles. Moscú lo niega y afirma que es un montaje de las autoridades ucranias. El presidente estadunidense, Joe Biden, afirmó antier que quiere un “juicio por crímenes de guerra” en Ucrania.
El jefe de la Junta del Estado Mayor, general Marc Milley, dijo ante la Cámara de Representantes que países aliados claves del borde este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desean acoger bases estadunidenses permanentes. “Creo que, como regla general, la presencia real es siempre un buen elemento disuasorio. Mi consejo sería crear bases permanentes, pero no con un alojamiento de tropas, sino con rotaciones cíclicas”, detalló Milley.
Añadió que aliados estadunidenses europeos, en especial los tres países bálticos: Estonia, Letonia y Lituania, además de Polonia y Rumania, “desean establecer bases permanentes; ellos las construirán y las pagarán”.
El Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS por sus siglas en inglés), suspendió el intercambio de información con las autoridades fiscales rusas en un intento por obstaculizar la recaudación de impuestos de Moscú y reducir los fondos disponibles para su invasión a Ucrania, señaló el Departamento del Tesoro a Reuters.
En virtud de un tratado fiscal de 30 años de antigüedad, el IRS y el Servicio Federal de Impuestos de Rusia han cooperado para compartir información con el fin de ayudar a la recaudación de impuestos nacionales y la aplicación de leyes fiscales en ambos países.
Asimismo, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones a un destacado sitio de mercado de la red oscura con sede en Rusia y a una bolsa de criptodivisas que, indicó, opera desde Moscú y San Petersburgo.
Las sanciones contra Hydra y el mercado de divisas Garantex, publicadas en el sitio web del Departamento del Tesoro, “envían un mensaje a los delincuentes de que no pueden esconderse en la darknet (red oscura) ni en sus foros”, advirtió la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
La Comisión Europea propuso a los 27 países de la Unión Europea endurecer las sanciones contra Moscú, dejando de comprarle carbón y cerrando los puertos europeos a los barcos operados por rusos.
“Es necesario aumentar nuestra presión”, estimó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, tras el descubrimiento de numerosos cadáveres en Kiev tras el repliegue de las tropas rusas.
Hasta ahora los países europeos con mayor dependencia de las importaciones energéticas rusas, como Alemania, Austria e Italia se resistían a poner fin a sus compras de gas y petróleo a aquel país.