Augusta. Salvo contratiempo de última hora, el cinco veces campeón del torneo en el campo del Augusta National, Tiger Woods, protagonizará un nuevo e impactante regreso al deporte esta semana sobreponiéndose a las graves lesiones que sufrió en un brutal accidente automovilístico 13 meses atrás, y que casi provoca que le amputen la pierna derecha.
“Siento que voy a jugar”, afirmó en su esperada conferencia de prensa del martes en el Augusta National Golf Club, donde el jueves arranca el primer Grand Slam de la temporada de PGA.
Woods, de 46 años, planea otra ronda de práctica de nueve hoyos este miércoles y tomará una determinación final tras comprobar su condición. “Es una cuestión de cómo se va a recuperar mi cuerpo y de lo que es capaz de hacer al día siguiente”, explicó.
México tendrá presencia con Abraham Ancer
El californiano está programado para arrancar la primera ronda el jueves en el grupo 14 de 31 junto al chileno Joaquín Niemann y el sudafricano Louis Oosthuizen. En el certamen también participará el mexicano Abraham Ancer.
Tiger no pudo elegir un lugar más icónico para una nueva gesta que Augusta, donde conquistó hace 25 años el primero de sus 15 títulos de Grand Slam y después fue escenario de otras hazañas mayúsculas de su carrera. Su espíritu competitivo resurgió cuando le preguntaron si cree que tiene opciones de ganar su sexto Masters el domingo.
“Creo que sí”, afirmó. “No tengo ninguna duda de lo que puedo hacer en cuanto al golf. Caminar es lo difícil. Ya saben, 72 hoyos son un largo camino, y va a ser un duro reto y un desafío para el que estoy preparado”, recalcó.
La longitud y las elevaciones de Augusta lo convierten en uno de los campos más exigentes del circuito. “Los únicos puntos planos aquí son los 18 tees (golpes) de salida”, apuntó Tiger, quien no ha recuperado la movilidad completa después del accidente.
Desde su colisión del 23 de febrero de 2021, donde su vida estuvo en riesgo y sufrió múltiples fracturas en la pierna derecha, Woods sólo participó en diciembre en el tor-neo familiar PNC Championship, donde hizo pareja con su hijo pequeño Charlie y recorrió el campo en un carrito de golf.
El mal clima que se pronostica esta semana en Augusta puede añadir dificultades a la gesta de Woods, no obstante, la Tigermanía está declarada desde que hace una semana Woods se presentó por sorpresa en el campo para probarse físicamente. Desde entonces sus colegas lo han alentado a competir.
El golfista ya ha jugado y ganado en el pasado lastrado por lesiones. En 2008 fue campeón del Abierto de Estados Unidos compitiendo con una fractura por estrés y rotura de ligamentos en la rodilla izquierda. En 2019 firmó otra victoria en Augusta después de recuperarse de múltiples cirugías de espalda.
“He estado en situaciones peores y he jugado y ganado torneos”, recordó. “Ahora bien, ninguna como ésta, en las que he tenido que caminar y soportar lo que voy a intentar acá, eso va a ser diferente”.
Woods sufrió la colisión en un suburbio de Los Ángeles cuando conducía a exceso de velocidad y su auto dio varias vueltas de campana antes de terminar volcado. Tuvo que ser extraído del vehículo y operado de urgencia, pasó un mes hospitalizado antes de comenzar un incierto proceso de rehabilitación.