Ciudad de México. La reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador “es un peligro para México”, sería un desastre de consecuencias irreversibles y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) la votará en contra, afirmó Alejandro Moreno Cárdenas, en una decisión interpretada dentro del tricolor como un manotazo al “coqueteo” de un sector de la bancada en San Lázaro de aprobarla junto con Morena, acusaron priístas.

En corto, a los diputados les pidió privilegiar la alianza con los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD). A los morenistas “nos los vamos a chingar”, dijo a un grupo de legisladores tras el anuncio en la sede nacional del tricolor.

La postura se presentó antes de que los tres integrantes de la coalición Va por México anunciaran que presentarán en forma su iniciativa cuando la de López Obrador sea “descartada”, al no contar con los votos suficientes en el pleno de la Cámara de Diputados. No obstante, en el PRI subsiste la idea de que un grupo de legisladores sí la respaldará.

Entre la lista de 12 puntos que considera el “proyecto alterno”, la coalición propone que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sea un competidor más, definir una “tarifa cero” a la población más pobre, mantener el modelo de subastas y la compra de electricidad a privados, y que la extracción del litio “atienda las mismas reglas del petróleo”.

Por la mañana, la bancada del tricolor fue convocada a una conferencia de prensa en el auditorio Plutarco Elías Calles de la sede nacional. Acudieron 65 de los 71 integrantes del grupo.

Mientras la mayoría aplaudió y coreó “¡unidad, unidad!” tras el discurso de Alito Moreno, los priístas observaron un gesto adusto del coordinador del grupo, Rubén Moreira. A su lado izquierdo se colocó Marco Mendoza, quien el jueves presentó una iniciativa de contenido similar a la del Presidente.

Ayer, en los corrillos priístas se comentó que los integrantes de la bancada supieron que la propuesta estaba publicada en la Gaceta Parlamentaria cuando los reporteros los buscaron para pedir una postura. En el chat interno de la bancada comenzaron las críticas y fue en esas conversaciones que, manifestaron, Moreno se enteró.

En ese contexto fue incluso que se habló de “traición”, porque además la idea que permeó, ante la indefinición de la cúpula, fue la de permitir a los diputados votar “en libertad y en conciencia”. Los legisladores, no obstante, celebraron que finalmente haya una posición oficial y, ante las versiones de amenazas de PAN y PRD, Moreno dijo que “al PRI nadie lo presiona”.

Más tarde, en la conferencia conjunta, el PRD acotó que la presentación de una propuesta única “acaba con la especulación de si la alianza estaba en una situación de debilidad o hasta de una posible fractura”.

Los dirigentes y coordinadores parlamentarios de Va por México explicaron que su “contrarreforma” mantiene la rectoría del Estado sobre los energéticos, asegura la competencia y da certeza a la inversión.

No obstante, reconocieron excesos y abusos de las empresas privadas con el marco actual, pero los atribuyeron a lagunas en las leyes secundarias y no a la reforma energética que panistas y priístas aprobaron en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Rubén Moreira apuntó que proponen que se defina el derecho a la energía eléctrica desde la Constitución, y al mismo tiempo, al permitir la autogeneración, otorgar subsidios a familias de ingresos bajos para que cuenten con servicio gratuito o una “tarifa cero”, con la generación de energía eléctrica en pequeña escala, con paneles solares en los hogares o en las comunidades.

Los tres partidos subrayaron que la rectoría en materia eléctrica es del Estado, no de la CFE.