Berlín. El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, rechazó ayer el embargo de la Unión Europea (UE) a las importaciones de gas ruso y sugirió que en lugar de una prohibición general de todas las importaciones energéticas procedentes de Rusia, el bloque comunitario examine por separado el petróleo, el carbón y el gas, ya que podrían encontrarse provedores alternativos para cada uno de los combustibles fósiles a mayor o menor velocidad.
“Estamos ante una guerra criminal”, señaló Lindner antes de conversaciones con sus colegas comunitarios en Bruselas. “Está claro que debemos poner fin lo antes posible a todos los vínculos económicos con Rusia. Debemos planificar sanciones duras, pero el gas no puede ser sustituido a corto plazo. Nos haríamos más daño a nosotros mismos que a ellos”.
Tras años de prosperidad gracias a las importaciones energéticas rusas, Alemania está convulsionada por un debate sobre cómo deshacer una relación comercial que, según los críticos, está financiando la invasión rusa de Ucrania. Rusia suministra 40 por ciento de las necesidades de gas de Europa.
La coalición de gobierno del canciller federal Olaf Scholz parece estar en desacuerdo con la prohibición de las importaciones de energía rusa y aumenta la presión sobre los líderes europeos para que impongan más sanciones al gobierno del presidente Vladimir Putin ante las acusaciones de las presuntas atrocidades cometidas por el ejército ruso contra la población civil ucrania.
La ministra de Defensa, Christine Lambrecht, declaró antier que la UE debe debatir la prohibición de la importación de gas ruso después de que funcionarios ucranios y europeos acusaron a las fuerzas rusas de cometer atrocidades cerca de Kiev.
Sin embargo, el ministro de Economía, Robert Habeck, manifestó que se opone a una prohibición inmediata de las importaciones de combustibles fósiles rusos.
“Estamos trabajando cada día para crear las condiciones previas y los pasos hacia un embargo”, comentó Habeck en conferencia de prensa, al añadir que este enfoque “perjudica a Putin a diario”.
En ese contexto, Alemania tomó de manera temporal el control de Gazprom Germania, filial de la compañía rusa. Se trata de una em presa de comercialización, almacenamiento y transmisión de energía que fue abandonada el viernes, será transferida al regulador alemán para garantizar la seguridad energética, informó ayer Habeck. Todos los derechos de voto de la empresa se trasladarán al regulador, la Bundesnetzagentur, que asumirá el control hasta el 30 de septiembre de 2022.
Merkel defiende su negativa a incluir a Kiev en la OTAN
La ex canciller federal alemana Angela Merkel defendió su decisión de 2008 de no apoyar la entrada de Ucrania en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Alemania y Francia consideraron entonces que era demasiado pronto para que Ucrania –ex república soviética, vecina de Rusia– se sumara a la alianza, y que no había condiciones políticas para ello.