La inversión extranjera directa (IED) en construcción está prácticamente agonizando, pues en 2021 se desplomó 45 por ciento en comparación con el registro de 2020; además, su nivel representó menos de una décima parte respecto al máximo histórico que alcanzó el país en 2017, revelan datos oficiales.
Cifras de la Secretaría de Economía (SE) indican que el año pasado México registró flujos foráneos por 240 millones de dólares en la industria de la construcción, una notable disminución frente a los 444 millones reportados en 2020.
El menor interés de inversionistas extranjeros en el ramo de la construcción se ha ido agudizando con el paso de los años, sobre todo durante lo que va de la presente administración, pues la IED de 2021 representa apenas 7 por ciento del récord de 3 mil 89 millones de dólares registrado en 2017.
Janneth Quiroz Zamora, subdirectora de análisis de Grupo Financiero Monex, explicó que la caída de 2021 frente a 2020 se explica por la débil recuperación económica que tuvo el país luego de las afectaciones de la pandemia, pues si bien en el primer semestre del año el dinamismo fue vigoroso, este se disolvió durante el segundo.
“Que la economía haya crecido debajo de lo estimado refleja esta baja inversión en el segmento de la construcción por parte de los inversionistas extranjeros, pues aún existe cautela por la recuperación heterogénea que se ha visto en el mundo como consecuencia de la aparición de otras variantes de covid-19”, apuntó la especialista.
En los tres años que van de la presente administración, de acuerdo con las cifras de la SE, la IED en construcción no ha logrado superar la barrera de los 500 mil millones de dólares, pues en 2019 se ubicó en 348 millones de dólares, en 2020 en 444 millones y en 2021 en 240 millones de dólares.
Gris panorama
Hacia adelante, apuntó Quiroz Zamora, el panorama no es alentador, pues ante la fuerte incertidumbre que existe en la economía mundial por los efectos que se están observando con la invasión de Rusia a Ucrania, es complejo estimar el impacto económico, sobre todo por la duración de la guerra.
Explicó que en los días pasados el precio de varias materias primas, necesarias en la industria de la construcción, ha ido en aumento de manera importante, incluyendo metales industriales, lo que tendrá un impacto negativo en la inversión.
Lo anterior, continuó, debido a que al aumentar los precios de los materiales para las obras, normalmente la demanda de estos se vuelve más cautelosa, debido a que los proyectos se encarecen y las utilidades para las empresas disminuyen, razón por la cual muchos proyectos se detienen hasta que haya mejores condiciones.
“En un escenario de por sí complicado, lo más seguro es que la IED en construcción aún encuentre una resistencia para recuperarse de una manera más acelerada”, concluyó.