Ciudad de México. A pesar de que los precriterios de política económica son congruentes con el margen de acción que tiene el Ejecutivo, existe un desequilibrio en la responsabilidad del sector empresarial por impulsar la economía en su conjunto “y debe empezar a señalarse como un componente de la problemática. porque el sector privado representa la mayor parte del PIB, con 80 por ciento del total”, adujo Carol Antonio Altamirano, secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
En un comentario del contenido de los precriterios que conformarán el marco para la elaboración del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023, el legislador establece que “es un hecho que el gobierno está invirtiendo y distribuyendo recursos que alientan la demanda y el consumo, mientras que una parte del sector privado mantiene una política conservadora, que se concreta en una inversión fija bruta baja y que no alcanza los niveles previos a la pandemia.”
No obstante, eso significa que “no se está jalando parejo. Mientras el gobierno usa los recursos a su alcance, la mayoría de los inversionistas privados no están haciendo las inversiones necesarias para levantar el empleo y el consumo, a pesar de que durante cuatro años los particulares se han beneficiado de una política tributaria con incrementos mínimos y que sustancialmente se ha limitado a actualizaciones por motivos inflacionarios.
“Debe entenderse que para que la economía nacional prospere y tengamos tasas mayores del PIB se requiere de un esfuerzo mayor desde el ámbito privado, por lo cual esa debe ser una de las líneas de trabajo a explorar en el futuro.”
A decir del representante oaxaqueño los datos aportados por la Secretaría de Hacienda contienen elementos “que generan confianza como la paridad del dólar estimada en un promedio de 20.6 pesos y que se ha haya estabilizado la plataforma de producción petrolera en 1.8 millones de barriles diarios como proyección al 2023.”
Y por esa razón, dijo, debe entenderse “que para que la economía nacional prospere y tengamos tasas mayores del PIB se requiere de un esfuerzo mayor desde el ámbito privado, por lo cual esa debe ser una de las líneas de trabajo a explorar en el futuro.”
También destacó que en año 2023, los ingresos presupuestarios sean mayores en 328 mil 133 millones de pesos constantes respecto al monto previsto en la LIF 2022. “Esta proyección considera mayores ingresos tributarios en 184 mil 666 millones de pesos constantes debido a una mayor actividad económica; mayores ingresos petroleros en 128 mil 484 millones de pesos, derivado de una mayor producción de crudo; menores ingresos no tributarios en 12 mil 984 millones de pesos debido a una reducción en los recursos no recurrentes; así como mayores ingresos propios de organismos y empresas distintas de Pemex por 27 mil 967 millones de pesos.”
Y también, en la misma sintonía del discurso hacendario, subrayó que el entorno será favorable a la inversión y el crecimiento, con un manejo prudente de la hacienda pública. “Sin embargo, vemos aún diversos desafíos sobre los cuales habrá que trabajar: por un lado, un mayor impulso a la inversión privada, que vuelva sólido e incluso aumente crecimiento económico. Nos preocupa un poco que, ante una evidente desaceleración de la recuperación económica mundial, haya una estimación que quizá resulte elevada”, repuso.