Kiev. Las fuerzas rusas aceleraron ayer su repliegue del norte de Ucrania, tras varias semanas de bombardeos y combates cerca de Kiev. En el sur, la Cruz Roja multiplica los esfuerzos para evacuar a miles de personas atrapadas sin comida, agua ni electricidad en el puerto de Mariupol.

Tal como lo anunciaron hace unos días, el comando ruso ha reducido su presencia en las regiones de Kiev y Chernígov. Ahora parece concentrar sus esfuerzos en el este y sur, cinco semanas después del comienzo de la invasión ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, el 24 de febrero.

Ucrania afirmó ayer que las tropas enemigas se “retiran rápidamente” del norte del país, mientras en el sur la Cruz Roja se prepara para intentar evacuar a civiles de Mariupol, ciudad sitiada por Moscú, tras otra noche de bombardeos en varias regiones.

Luego de cinco semanas de la campaña militar, la cual ha dejado partes de la nación invadida en ruinas, el Kremlin anunció en días recientes que reduciría los ataques sobre Kiev y la ciudad de Chernígov.

El asesor presidencial ucranio, Mijailo Podoliak, señaló que se observa una “rápida retirada” de los adversarios en esas zonas, ya que Moscú cambió de “táctica” y ahora pretende “mantener el control de vastos territorios ocupados” en el este y el sur con el fin de “ganar un poderoso punto de apoyo allí”.

Las localidades de “Irpín, Bucha, Gostómel y Kiev fueron liberadas del invasor”, comunicó más tarde la viceministra de Defensa ucrania, Anna Maliar.

El ucranio negociador en jefe en las conversaciones de paz con Rusia, David Arakhamia, aseguró que Moscú aceptó de forma “oral” las principales propuestas del gobierno de Volodymir Zelensky pero espera una confirmación escrita.

El repliegue del norte permitió comprobar la devastación dejada por la guerra: una situación “catastrófica” para los civiles con minas alrededor de casas, equipo abandonado e “incluso cadáveres”, señaló el presidente de Ucrania.

En Bucha, los cuerpos de al menos 20 personas vestidas de civil estaban esparcidos en una sola calle, indicaron reporteros de la agencia Afp. Uno de los cadáveres tenía las manos atadas a la espalda. Los cuerpos estaban diseminados a lo largo de varios centenares de metros. Según el alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, “todas estas personas fueron asesinadas de un disparo en la nuca”.

Los combates y bombardeos dejaron un panorama apocalíptico, con enormes agujeros en edificios residenciales y automóviles destrozados.

Fedoruk indicó por teléfono a la Afp que “280 personas tuvieron que ser enterradas en fosas comunes”, pues era imposible hacerlo en los cementerios, aún al alcance de los bombardeos rusos.

Kiev recuperó el control de la ciudad de Brovary, a 20 kilómetros de la capital, además las fuerzas enemigas se retiraron del aeropuerto Antonov de Gostomel, donde habían permanecido semanas atrincheradas, informó el Ministerio de Defensa.

El portavoz presidencial, Oleksii Arestovich, advirtió ante la televisión pública que “quedan por delante duras batallas” en el sur y este del país. En el sur, un convoy de la Cruz Roja intentaba de nuevo evacuar a los civiles del puerto asediado de Mariupol, después de haber abandonado un intento antier por motivos de seguridad. Sin embargo, no se esperaba que llegara al puerto hasta al menos el domingo.

Moscú, a petición del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ayudará a evacuar a los extranjeros retenidos por nacionalistas ucranios en Mariupol, declaró el jefe del Centro Nacional de Gestión de Defensa de Rusia, Mijaíl Mízintsev

En la región de Dnipro, en el centro-sur, un cohete ruso impactó en una línea de ferrocarril, causando daños severos a las vías, lo que obligó a suspender el tráfico, señalaron las autoridades ucranias. Antes, misiles rusos alcanzaron las ciudades de Poltava y Kremenchuk, en el centro, indicó Dmitri Lunin, jefe de la región de Poltava.

La aviación rusa destruyó con misiles de alta precisión los aeropuertos militares ucranios situados en Poltava y Dnipro, informó el Ministro de Defensa ruso, Ígor Konashenkov.

Las tropas rusas lanzaron un misil Onix de alta precisión contra objetivos de infraestructura militar de Ucrania, indicó RT.

Mientras, las tropas ucranias bombardearon las ciudades de Górlovka y Donietsk, disparando 14 proyectiles en 10 minutos.

Rusia logró dañar considerablemente el potencial militar de Ucrania en el marco de su operación militar especial en este país, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Las fuerzas especiales de la Guardia Nacional de Rusia encontraron un artefacto explosivo casero, que desactivaron cerca de un punto de entrega de ayuda humanitaria en Kiev.