El 3 de enero de 1833 Reino Unido desalojó en forma violenta de las Islas Malvinas a los representantes del gobierno argentino y a sus pobladores con el fin de establecer otra población, proveniente de la metrópoli, recuerda Daniel Filmus en sentida y documentada nota, que abrevio y recomiendo leer íntegra.
“Al cumplirse, el 2 de abril, 40 años de la gesta en la que nuestros jóvenes combatieron valerosamente por la recuperación de la soberanía sobre las Malvinas, el reconocimiento a su entrega debe ir de la mano de un firme compromiso de continuar luchando por la causa por la que muchos de ellos dieron sus vidas. El incremento permanente de la presencia militar y la negación durante estas cuatro décadas por Reino Unido de retomar el diálogo por la soberanía en los términos planteados por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en su resolución 2065 (XX), evidencian la ilegalidad e ilegitimidad de la usurpación ocurrida en 1833 y desnudan los intereses económicos, geopolíticos y militares que impulsan a los británicos a perpetuar la usurpación de una importante porción del territorio argentino”. Terminado el conflicto bélico de 1982, el 4 de noviembre, la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 37/9 que afirmaba: “se insta a los gobiernos de la Argentina y Gran Bretaña a que reinicien las negociaciones para encontrar en el más breve plazo una solución pacífica al conflicto de soberanía en el asunto de las Malvinas”.
La actual coyuntura, signada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, volvió a mostrar la doble vara con la cual Londres concibe su política internacional. Por un lado, condena la ruptura de la integridad territorial de Ucrania por parte de Rusia y por otro, mantiene la ocupación de un extenso territorio en el Atlántico sur que impide a Argentina ejercer su soberanía sobre toda su extensión. No es el único caso. Gran Bretaña es la potencia administradora de 10 de 17 territorios coloniales pendientes en el Comité de descolonización de la ONU.
Desde el mismo momento de su usurpación, los gobiernos argentinos han exigido de manera ininterrumpida la restitución de la soberanía sobre las Islas.
En 1994 este reclamo fue incorporado a la Constitución Nacional (https://bit.ly/3NJdIEp).