A pesar de que ya no es obligatorio, la mayor parte de capitalinos todavía porta cubrebocas en lugares al aire libre, al coincidir que después de dos años de pandemia “ya se hizo costumbre” y se convirtió en un accesorio que ahora es indispensable.
“Nos llevó tiempo aprender a usarlo, ahora nos va a costar trabajo dejarlo, sobre todo para los que perdimos algún familiar”, consideró Bertha Alicia Villalón, durante su paseo en el parque Caneguín, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
En diversos recorridos por calles, parques y plazas públicas, se pudo observar que los jóvenes que salieron en grupos a pasear, ciclistas, deportistas y turistas fueron los primeros que optaron por decirle adiós a las mascarillas en los espacios abiertos.
Sábado en el Centro Histórico, en la muy transitada calle peatonal de Madero, así como en el tianguis comic rock show que rodea el Centro Cultural José Martí, pocas personas caminaban entre la multitud sin el cubrebocas.
En la explanada de Bellas Artes, algunas personas entrevistadas incluso se manifestaron a favor de continuar con el uso de la mascarilla, aun en espacios abiertos. La estudiante del sexto semestre de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México, Itzel Limón, aseguró que continuará con él, al referir que sus clases las toma al aire libre y traerlo es obligatorio.
En la Zona Rosa, Ana Nieves señaló que “ya estamos impuestos a traer el cubrebocas“, y aunque es residente de Monterrey dijo que ella continúa con la mascarilla a pesar de que hace una semana ya no es obligatorio en el lugar donde vive.
Ya se vale
En cambio, en los Viveros de Coyoacán los corredores se tomaron muy en serio la eliminación de su uso y esta vez en la pista la mayoría no portó la mascarilla.
Adriana Solares, una joven de 19 años, comentó que le era difícil correr con cubrebocas y como ya no es necesario “esta vez libremente me lo quite porque ya no me importa que me vean feo, ya se vale”.
En San Ángel, jóvenes transitaban libremente sin mascarilla: “Lo traigo en la bolsa, pero dice el gobierno que ya no es necesario, que ya no hay virus y es muy molesta”, comentó Alejandra Díaz una joven de 23 años.