Entre los múltiples desafíos que enfrentan los jóvenes tras la pandemia de covid-19 se incluye que más de 50 por ciento considera que la calidad de su aprendizaje disminuyó de forma considerable, 20 por ciento calificaron su salud mental como mala, 75 por ciento se dijeron expuestos a la desinformación en Internet, y sólo 4.2 supieron identificar las noticias falsas.
Las conclusiones de la iniciativa mundial Youth as Researchers (YAR) on covid-19, convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y diversas universidades, destaca que la pandemia fue devastadora para los jóvenes, incrementando los problemas de salud mental, desempleo y falta de apoyo para financiar sus proyectos productivos.
En el trabajo, señala el organismo multinacional, los jóvenes a menudo enfrentan el doble riesgo de exponerse al covid-19 y perder sus trabajos debido a la pandemia. Las mujeres se vieron desafiadas por el aumento de las responsabilidades en el hogar y el cuidado de los niños, mientras jóvenes emprendedores carecían de apoyo financiero y alfabetización digital para operaciones en línea.
Los investigadores recomendaron impulsar acciones concretas para la recuperación pospandemia de este sector de la población, entre ellas abordar el impacto crítico en la salud mental, en particular a través de asesoramiento y consultas a distancia y presencial.
Insistieron en que se debe fortalecer el derecho de participación de los jóvenes en todos los aspectos de la vida pública y comprometerse con ellos para diseñar, implementar y vigilar un modelo educativo híbrido equitativo, así como integrar la educación sobre salud sexual y reproductiva con perspectiva de género y establecer marcos legales e institucionales para garantizar el acceso seguro y de bajo costo a las herramientas digitales.
En el encuentro, la Unesco anunció una coalición global de actores para apoyar la recuperación pospandemia de los jóvenes, en la que participaran gobiernos, sociedad civil, sector privados, academia y organizaciones juveniles.
La iniciativa fue lanzada en 2020 como el mayor proyecto de desarrollo de capacidades liderado por jóvenes en respuesta al covid-19 en el mundo. Involucró a 270 científicos de más de 70 países y a miles en apoyo a 34 equipos de investigación globales, regionales y nacionales.