El Vaticano. El Papa Francisco pidió ayer “perdón” por la violencia ejercida durante décadas en internados católicos para niños indígenas en Canadá. “Pido perdón a Dios y me uno a mis hermanos obispos canadienses para pedir disculpas”, declaró Francisco durante una audiencia en el Vaticano ante delegaciones de los métis, inuits y de los pueblos originarios de Canadá.
Mediante de las voces de los indígenas “he recibido, con una gran tristeza en el corazón, los relatos de sufrimientos, privaciones, tratos discriminatorios y diversas formas de abuso sufridos por varios de ustedes, especialmente en los internados”, declaró el pontífice.
Su mensaje fue acogido por las delegaciones de pueblos originarios como “una pieza esencial del rompecabezas” hacia la reconciliación. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, las consideró una “etapa importante” y “un paso para reconocer la verdad sobre nuestro pasado y corregir errores históricos”.
Las delegaciones, integradas por 32 representantes de pobladores autóctonos y obispos canadienses, relataron al pontífice testimonios de supervivientes de maltratos en internados administrados por las iglesias católica y anglicana.
“Las palabras del Papa eran necesarias y las agradezco profundamente. Espero que venga a Canadá para que pueda presentar sus mensaje directamente a las víctimas y sus familias”, declaró Cassidy Caron, presidente del Consejo Nacional de Metis, tras la reunión.
El reciente descubrimiento de cientos de sepulturas clandestinas de niños sacudió a Canadá, y muchos supervivientes esperaban un gesto contundente del líder del Vaticano. La Iglesia católica de Canadá presentó en septiembre una disculpa a los pueblos indígenas.
Entre finales del siglo XIX y la década de 1980, unos 150 mil niños autóctonos, mestizos y esquimales fueron reclutados a la fuerza en 139 internados en Canadá, donde fueron apartados de sus familias, su lengua y su cultura.
Miles murieron, principalmente de desnutrición, enfermedades o negligencia, en lo que el Comité para la Verdad y la Reconciliación definió en 2015 como “genocidio cultural”. Otros fueron abusados física o sexualmente. En los pasados 12 meses, se han encontrado más de mil 300 tumbas sin marcar de niños en los sitios de antiguos internados y las búsquedas se prosiguen en todo el país.
Francisco se refirió al “drama del desarraigo”, y afirmó: “La cadena que transmitía los conocimientos y formas de vida en armonía con el territorio se rompió con la colonización”.