La osamenta que los pobladores de Ixcateopan, en Guerrero, atribuyen al último emperador mexica, Cuauhtémoc, está afectada en 90 por ciento por hongos debido a la filtración de humedad en la vitrina que la exhibe en el antiguo templo de Santa María de la Asunción.
Un grupo de restauradores de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acudió el 14 de marzo para realizar una primera valoración de los restos, en respuesta “a un oficio que recibieron de la comunidad”.
La restauradora Ana Vivas explicó a La Jornada que junto con sus compañeros Jorge Cervantes, antropólogo físico, y su colega Lucía Alatorre hizo “una revisión física de los restos óseos, así como el registro fotográfico. Verificamos que en efecto hubiera hongos dentro de la vitrina, como nos habían reportado, y aprovechamos para analizar el estado de conservación general, incluidos los elementos asociados, pues hay también una placa metálica y una punta de lanza”.
La especialista dejó claro que estos estudios no tienen como fin autentificar los restos como pertenecientes al tlatoani; “El dictamen se va a centrar sólo en el estado de conservación de los huesos porque, finalmente, esto es competencia del instituto y hay que dar seguimiento. En 2006 se hizo una primera dictaminación por parte de la restauradora Luisa Mainou; en aquel momento se realizó un proceso de limpieza y de eliminación de insectos filófagos que estaban atacando la tela que sella la urna.
“Ahora vamos a dictaminar y a proponer procesos de restauración específicos para eliminar los hongos. Hay por los menos dos especies creciendo en la gran mayoría de las piezas, por lo menos en 90 por ciento. Nuestro trabajo se quedará a escala técnica y material, porque la solicitud que se nos hizo fue muy clara: determinar el estado de conservación que es urgente atender porque, si no, después no vamos a tener nada qué rescatar, estudiar y apreciar”, reiteró Vivas.
–¿La condición de los restos permite hacer estudios para determinar su antigüedad?
–Sí, y sería totalmente válido hacerlos, pero de momento, nosotros no atenderemos ese asunto. Ahorita vamos a hacer un cultivo para identificar qué tipo de hongos son. Las piezas metálicas tienen sus procesos de corrosión y hay suciedad en general que se ha ido acumulando sobre los restos.
“Además, al observar el inmueble donde se encuentra la vitrina, vemos que hay posibilidad de mejorar el montaje; el templo que también presenta falta de mantenimiento, pues el lugar recibe muchas visitas, así que hay un deterioro generalizado.
“El INAH aportará a sus expertos para la atención de los restos óseos y del inmueble. La restauración será una cuestión compartida. Nos acompañaron en la revisión parte del consejo de ancianos y personas del ayuntamiento de Ixcateopan”, concluyó la restauradora.