En México el cáncer colorrectal ya es la segunda causa de muerte, sólo después de los tumores malignos de mama. Se estima que anualmente se detectan cerca de 15 mil casos nuevos, sobre todo en fases avanzadas de la enfermedad. En la nación es el cuarto tipo más frecuente de cáncer, y a escala mundial se estima que ocasiona 700 mil muertes al año.
En el marco del Día Mundial contra el Cáncer Colorrectal, que se conmemora cada 31 de marzo, especialistas llamaron a impulsar una política de prevención y atención integral de los pacientes que reduzca los tiempos de espera para un diagnóstico, que actualmente superan los seis meses.
Indicaron que se trata de una enfermedad que no presenta síntomas en la mayoría de los casos, hasta que se encuentra en un estado avanzando, por lo cual destacaron la importancia de aplicar estudios de detección en población mayor de 50 años, pues entre los principales factores de riesgo está la edad, el sobrepeso y obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo y el consumo excesivo de carnes rojas.
Se trata, afirmaron los médicos oncólogos Luis Bueno, Germán Calderillo y Armando Ramírez, de un padecimiento que “nos puede estallar”, ya que se prevé un incremento considerable de casos, lo que demanda políticas públicas de prevención, pues el país no cuenta con los equipos ni los recursos para garantizar la aplicación de colonoscopías a toda la población de riesgo.
En el foro, convocado por la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, destacaron que los principales retos para frenar la incidencia de este padecimiento es la “detección, el diagnóstico temprano y la atención multidisciplinaria, pues de esta forma la incidencia y las tasas de muerte se pueden disminuir considerablemente, además urge mayor promoción de hábitos sanos en la dieta de la población”.
El cáncer colorrectal es un mal que se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células en cualquiera de las cuatro porciones del colon o el recto. En la mayoría de los casos se desarrolla de manera lenta, y generalmente antes de su aparición se pueden detectar pólipos en cualquier porción del intestino grueso, los cuales pueden tardar entre 10 y 15 años en crecer.
Entre los síntomas que se presentan en etapas avanzadas están los cambios en la defecación por varios días; con diarreas que van y vienen; estreñimiento; heces más delgadas u oscuras; sangrado rectal, sangre en la heces o en el papel higiénico; dolor abdominal, debilidad, cansancio y pérdida de peso.