La presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, resaltó que están obligados a “vencer los obstáculos del pasado” para aprobar la nueva ley que regule de manera integral el consumo de la mariguana, pendiente desde hace cuatro años en esa cámara.
En el foro La regulación del cannabis y las oportunidades para el desarrollo de una industria de cáñamo en México, realizado en el Senado, insistió en que no sólo se trata de eliminar el enfoque prohibicionista, sino de abrir nuevos mercados económicos alrededor de esa planta.
Sánchez Cordero expuso que el uso lúdico de la mariguana es sólo una pequeñísima parte del potencial que tiene la planta, por lo cual es importante reflexionar sobre los otros beneficios que traería aparejada su reglamentación.
Cora Cecilia Pinedo Alonso, senadora del Partido del Trabajo, cuya bancada organizó el foro, destacó la necesidad de aprobar la Ley para la Regulación del Cannabis, pues “se está dejando ir una gran oportunidad, ya que, de acuerdo con estimaciones del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, si se aprueba la recaudación podría ascender a 18 mil 705 millones de pesos sólo en los primeros años”.
La legisladora explicó que su interés en la regulación se centra en los beneficios de una industria de uno de sus derivados: el cáñamo. Refirió que en el Senado se impulsa una iniciativa para reformar la Ley General de Salud y el Código Penal Federal, a fin de atender el mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que declaró inconstitucional la prohibición de la siembra, cultivo y cosecha del cáñamo para usos industriales.
En la mesa Contexto histórico y cultural del cáñamo y del cannabis, el antropólogo e investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Julio Glockner Rossainz recordó que en la antigüedad la mariguana formó parte de tratamientos para la oftalmía, fiebre, insomnio y disentería.
A esos tratamientos, subrayó, se han sumado los que tienen que ver con la estimulación del apetito, los dolores reumáticos y para evitar náuseas derivadas de las quimioterapias para el tratamiento del cáncer.
Por su parte, el presidente de la Asociación Mexicana de Estudios de Cannabis, Jorge Hernández Tinajero, coincidió con la senadora Pinedo Alonso en la necesidad de crear una regulación aparte del cáñamo, ya que el proceso de cultivo de la planta es distinto para aprovechar sus fibras, la materia vegetal, semillas y aceites, que cultivar la flor hembra para producir resina y cannabinoides y sicoactivos.