La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros países petroleros, incluyendo Rusia, decidieron ayer realizar un modesto aumento en la producción, “de 400 mil a 432 mil barriles por día para mayo”, un paso que respalda los altos precios.
La organización y sus aliados, conocida como OPEP+, integrada por 23 países, decidió atenerse a su plan de incrementos graduales de la producción, con el fin de compensar los cortes suscitados durante lo peor de la pandemia del coronavirus en 2020.
La alianza se ha mantenido inmutable ante los pedidos de naciones consumidoras de petróleo, en momentos en que las cotizaciones de los combustibles se disparan y con ello alimentan una elevada inflación mundial.
Los precios han ayudado a Rusia, el mayor exportador mundial, con 12 por ciento del mercado, a contrarrestar parte de las sanciones económicas impuestas por Occidente por su invasión a Ucrania, que han asestado un duro golpe a la economía de Rusia, pero contienen excepciones para pagos por combustible.
La anterior es una concesión de Washington a sus aliados europeos, que son dependientes del combustible ruso, mientras para el caso estadunidense prohibió la importación de crudo ruso. Los precios del petróleo se han revalorado al aumentar la demanda global y la guerra los hizo subir aún más por temores de que el crudo ruso se pierda en el mercado si se endurecen las sanciones.