Washington. Los precios al consumo en Estados Unidos continuaron su escalada en marzo para llegar a un nivel anual de 6.4 por ciento, su mayor alza desde 1982, lo que evidencia de los problemas económicos de los estadunidenses ante el aumento de alimentos, gasolina y otros.
El repunte inflacionario en Estados Unidos, además de impactar en el poder adquisitivo de sus ciudadanos, repercute también en la economía de México, ya que Estados Unidos es su principal socio comercial y origen de la mayoría de las importaciones, por lo que el incremento de precios se traslada al comercio en el mercado mexicano.
El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) se elevó 0.6 por ciento en febrero, tras avanzar 0.5 por ciento en enero. En los 12 meses transcurridos hasta febrero, el PCE se disparó 6.4 por ciento, y tras un aumento anual de 6 por ciento en enero.
La cifra reportada el jueves por el Departamento de Comercio representa el incremento más alto registrado en un año desde enero de 1982.
Si se excluyen los precios de los alimentos y la energía, la llamada inflación subyacente también se aceleró en un año, a 5.4 por ciento, pero en el mes desaceleró a 0.4 por ciento, frente a 0.5 por ciento en febrero, en línea con las expectativas de los analistas.
En Estados Unidos existen dos índices que miden la inflación, el PCE, que es el más seguido por la Reserva Federal (Fed) y el de precios al consumidor (IPC), que se utiliza para calcular las pensiones o fijar algunas tarifas, entre otras cosas. El Departamento de Comercio informó que este índice subió en febrero a 7.9 por ciento anual.
Una robusta demanda del consumidor en Estados Unidos se ha combinado con la escasez de muchos productos para impulsar los incrementos de precios más marcados en cuatro décadas. Es probable que las medidas de inflación empeoren en los próximos meses debido a que el reporte del jueves no refleja las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania, que ocurrió el 24 de febrero. La guerra ha afectado los mercados petroleros mundiales y disparado los precios del trigo, níquel y otros productos claves.
Por otro lado, el gasto de los consumidores estadunidenses se desaceleró de manera significativa en febrero, en momentos en que las presiones sobre los precios siguieron aumentando.
El Departamento de Comercio dijo el jueves que el gasto de los consumidores –que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos– aumentó 0.2 por ciento el mes pasado, por debajo de la previsión de analistas, de una incremento de 0.5 por ciento.
El encarecimiento de la gasolina, los alquileres y los alimentos está obligando a los hogares a recortar el gasto en otros ámbitos. Los precios de la gasolina se dispararon en febrero y superaron los 4 dólares por galón (3.78 litros), tras la operación militar de Rusia en Ucrania, que se inició el 24 de febrero.