El libro Sapos en la lluvia, que marca el debut de la joven escritora Ghada Martínez en el mundo editorial, es una suerte de exploración o ensayo sobre la ambivalencia de las relaciones humanas, en términos de sus contradicciones y aspectos dolorosos, así como la manera en la que el bagaje de vida de toda persona afecta a quienes la rodean.
Publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), en la colección Tierra Adentro, está conformado por seis cuentos de corte perturbador en los que la autora de 24 años, oriunda de la Ciudad de México, aborda temas relacionados con la infancia; la arraigada presencia de la madre, ser que puede ser profundamente amoroso pero también indolente o castrante; y los sinsentidos en las relaciones sentimentales.
“Mi intención fue explorar esas áreas grises o claroscuros de la interacción con nuestros vínculos más cercanos. Son cuentos que buscan hablar, entre varias cosas, del silencio, de lo no dicho, de la ambigüedad en las relaciones, de esas áreas incómodas que son difíciles de ventilar en nuestro núcleo familiar, aunque creo que es algo que aplica para uno mismo”, explica Ghada Martínez en entrevista.
Otro tópico que aborda es cómo la vida durante la infancia impacta en el futuro de la persona, a partir de la convicción de que mucho de lo que ocurre en esa etapa indiscutiblemente deja una profunda huella acaso para siempre.
“También busco explorar esa cuestión de si infancia es o no destino. Sapos en la lluvia es un retrato, un pequeño ensayo de las contradicciones que se extienden a nuestras relaciones, en ese núcleo familiar que, entre comillas, debería ser nuestro lugar seguro, aunque muchas veces no es así.”
La narradora aclara que en esta compilación de relatos dista de tomar una posición moral o plantear una crítica social. Su principal interés es presentar tal cual los hechos y situaciones y que sea el lector quien observe y fije sus posturas al respecto.
Personas rotas y fantasmas
“Finalmente, los relatos del libro son sólo una punta del iceberg. Tratan de anécdotas cotidianas en apariencia no muy elaboradas, pero debajo de eso hay un océano no muy profundo de personas rotas y de fantasmas que pueden ser fantasías, miedos, frustraciones, traumas, anhelos e identidades”, señala.
“Hay cosas muy perturbadoras, como el abuso sexual hacia un niño por parte de otros niños, la desolación de una mujer por la malsana relación con su madre, la enfermedad siquiátrica de una niña abandonada por su familia y la relación sentimental vacía entre dos mujeres. Todos los cuentos son crueles, pesimistas, pero con pequeños destellos, momentos luminosos, por pequeños que sean. Realmente, me interesaba mucho explorar esta ambivalencia en las relaciones que puede llegar a ser muy dolorosa y que, finalmente, es algo muy humano”, resalta Ghada Martínez.
“Sapos en la lluvia es un retrato trágico de los núcleos familiares. Me interesaba poner en tela de juicio lo que pensamos sobre la familia. Muchas veces las violencias que más duelen y de las que más incomoda hablar son las relacionadas con nuestros apegos más cercanos. La familia no es siempre el núcleo seguro que se piensa o se desea y esto puede llegar a ser muy doloroso.”