Ciudad de México. El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) señala que casi la mitad de todos los embarazos en el mundo, es decir, 121 millones, son no intencionales. De éstos, más de 60 por ciento terminan en aborto, de los que 45 por ciento son inseguros y generan 13 por ciento de todas las muertes maternas.
El organismo multinacional alerta que hay una crisis global invisible que afecta a millones de niñas, adolescentes y mujeres que no pueden ejercer el derecho a su autonomía corporal, es decir, decidir si se quiere tener un embarazo, cuándo y con quién.
En su informe Visibilizar lo invisible: la necesidad de actuar para poner fin a la crisis desatendida de los embarazos no intencionales señala que cada día se producen 331 mil embarazos no intencionales, “lo que representa un fracaso a escala mundial a la hora de respetar un derecho humano básico: el de decidir si se quiere o no estar embarazada, si se quiere o no tener hijos”. Se trata de un desafío con raíces sociales y consecuencias globales.
El impacto en la educación es uno de los efectos más devastadores de los embarazos no intencionales. En México se estima que por cada cuatro mujeres con embarazos no intencionales, sólo una logra concluir sus estudios universitarios, lo que también se traduce en embates económicos al ingresar al mercado laboral.
En la región, la segunda con mayor índice de embarazos no intencionales, después de África Subsahariana, las mujeres que enfrentaron embarazos no intencionales pueden recibir hasta 660 dólares menos de salario que aquellas que no fueron madres.
El UNFPA advierte que la incursión en Ucrania y otros conflictos alrededor del mundo podrían producir un incremento en el número de embarazos no intencionales, a medida que el acceso a la anticoncepción se vea interrumpido y la violencia sexual aumente.
En videoconferencia para dar a conocer los principales hallazgos del informe, Harold Robinson, director regional del UNFPA para América Latina y el Caribe, destacó que las cifras de embarazos no intencionales son alarmantes en todo el mundo y ningún país se libra de este fenómeno.
La doctora Virginia Camacho, asesora regional del UNFPA en Salud Sexual y Reproductiva, subrayó que enfrentamos un crisis invisible, porque uno de cada dos embarazos ocurren en mujeres que no eligieron quedar embarazadas, que “no tuvieron en sus manos ninguna opción” para decir sobre una de las decisiones que más impacto tiene en su vida.
El informe revela que a escala mundial 257 millones de mujeres que quieren evitar un embarazo no están usando métodos anticonceptivos seguros y modernos. De ellas, 172 millones no usan ningún tipo de plan.
Este informe, agregó Camacho, no se trata del aborto, sino de lo que sucede antes del embarazo, “la información que no se recibe, los anticonceptivos que no se usan, y la conversación que no se tiene entre los miembros de la pareja”. Se trata, indicó, de los costos intergeneracionales incalculables que soportan las mujeres, las niñas y las familias, las comunidades, los países y el mundo.