Por conducto de su hija, Mariana Moguel, Rosario Robles Berlanga, ex titular de las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), dio a conocer una carta en la que señala que el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, convenció al presidente Andrés Manuel López Obrador y a Julio Scherer Ibarra, ex consejero jurídico del Poder Ejecutivo, “que la única forma de llegar a peces más gordos era presionándome con la cárcel.
“Ahí se decidió mi suerte. Se armó toda una maquinaria, incluido el juez/sobrio de apellido Padierna, para atraparme en estos muros.”
En una conferencia de prensa realizada frente a Palacio Nacional, Mariana Moguel difundió la misiva de Robles, presa en Santa Martha Acatitla desde agosto de 2019.
En el texto, la ex funcionaria federal expone que el abogado Juan Araujo –uno de los litigantes señalados de formar parte de una red de corrupción en combinación con Julio Scherer– negoció con la Fiscalía Geral de la República (FGR) que se otorgara criterio de oportunidad a Emilio Zebadúa.
Robles refirió que se convirtió “en rehén, además de ser la única (por cierto, mujer) privada de su libertad debido a la supuesta triangulación de recursos a las universidades (lo que hasta ahora no se ha demostrado; por el contrario, dicha hipótesis ha sufrido serios reveses en el tribunal administrativo)”.
A decir de la imputada de ejercicio indebido de funciones y de causar daño al erario por más de 5 mil millones de pesos, “esto se confirma con las declaraciones del fiscal Gertz en una conferencia impartida el 12 de agosto de 2020 en El Colegio de México. Ahí señaló que estaría retenida hasta que decidiera ‘cooperar’, como había hecho Emilio Lozoya”.