El Senado difirió para la próxima semana la discusión de la Ley de los Impuestos Generales a la Importación y Exportación (LIGIE), ya que el proyecto de dictamen, con los cambios para prohibir la compra de cigarrillos electrónicos y demás dispositivos personales de vaporización similares, es analizado por las secretarías de Salud, de Hacienda y Gobernación.
Los senadores de Morena Lilia Margarita Valdez, presidenta de la Comisión de Salud, y Ernesto Pérez Astorga, integrante de la misma, comentaron que además buscan el consenso con las demás fuerzas políticas para que se apruebe la reserva que presentarán al dictamen, con la modificaciones que prohíben también la importación de los cartuchos de tabaco o tabaco reconstituido, utilizado en los sistemas alternativos de consumo de nicotina.
En entrevistas por separado, ambos legisladores coincidieron en que lo fundamental es proteger la salud de niños y adolescentes e impedir que accedan a los llamados vapeadores, ya que las sustancias que contienen dañan cerebro y pulmones.
Reconocieron, asimismo, que tal como lo denunció el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, las grandes empresas tabacaleras, sobre todo Phillip Morris Internacional, han desplegado un fuerte cabildeo en semanas recientes, para que la minuta que la Cámara de Diputados remitió al Senado quede en sus términos.
“No lo podemos permitir, frente a los argumentos de que el Estado cobrará impuestos millonarios por cada vapeador que se permita importar, está la defensa de la salud de los menores”, señaló Valdez. Explicó que se trata de dispositivos que contienen nicotina, saborizantes y más de 30 sustancias químicas adictivas que causan enfermedades pulmonares, cardiacas y cáncer.
“Las tabacaleras argumentan, y algunos legisladores están convencidos, que si por cada cartucho se cobra un impuesto de un peso o de dos, se reuniría una gran suma. Así cobraran cinco o 10 pesos, con ello no van a resolver los problemas de salud de las futuras generaciones”, agregó.
Por su parte, Pérez Astorga comentó que la reserva que presentará es para que la restricción de los cigarrrillos electrónicos sea total, y no parcial, como está ahora en el dictamen. “Se estaba privilegiando a una marca y se prohibían los dispositivos, pero no los cartuchos y eso equivaldría a impedir la compra de armas, pero no de balas”.