Kiev. Las tropas rusas devolvieron a Ucrania el control de la planta nuclear de Chernóbil y comenzaron a abandonar la sumamente contaminada instalación más de un mes después de que se apoderaron de ella, informaron las autoridades el jueves, mientras los combates se recrudecían a las afueras de Kiev y en otros frentes.
La compañía eléctrica estatal Energoatom indicó que el retiro de Chernóbil se produjo después de que los soldados recibieron “dosis significativas” de radiación luego de excavar trincheras en los bosques ubicados en la zona de exclusión. De momento no fue posible confirmar esto de manera independiente.
La retirada se produjo en medio de crecientes indicios de que el Kremlin utiliza los anuncios de una desescalada como una cortina para reagruparse y reabastecer a sus fuerzas para reposicionarlas a fin de intensificar su ofensiva en el este de Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que Ucrania está viendo “una acumulación de fuerzas rusas para nuevos ataques en Donbás, y nos estamos preparando para eso”.
En tanto, una caravana de autobuses se dirigía el jueves a Mariúpol en un nuevo intento de evacuar gente de la asediada ciudad portuaria, después de que el ejército ruso aceptó un limitado alto al fuego en el área. Además se tiene previsto que se lleve a cabo una nueva ronda de negociaciones el viernes, luego de cinco semanas de combates que han dejado miles de muertos y han obligado a 4 millones de ucranianos a abandonar su país.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) declaró que Ucrania le informó que las fuerzas rusas ubicadas en el lugar del peor desastre nuclear de la historia habían transferido el control de la instalación por escrito.
Ucrania reportó que tres caravanas de tropas rusas dejaron el lugar rumbo a Bielorrusia, mientras que el resto de los soldados aparentemente planeaban salir pronto de la zona, señaló la agencia.
Energoatom no dio detalles sobre el estado de los soldados que dijo que habían quedado expuestos a la radiación ni tampoco reveló el número de afectados. El Kremlin no comentó de momento al respecto y la OIEA indicó que no ha podido confirmar los reportes de que los soldados rusos se expusieron a altas dosis de radiación. El organismo añadió que busca más información sobre este tema.
Las fuerzas rusas tomaron Chernóbil en las primeras etapas de la invasión del 24 de febrero, lo que desató temores de que causarían daños o alteraciones que pudieran esparcir radiación. Los trabajadores de la planta supervisan el almacenamiento seguro de las barras de combustible nuclear gastado y de las ruinas del reactor que explotó en 1986.
Edwin Lyman, experto nuclear de Union of Concerned Scientists, un organismo con sede en Estados Unidos, señaló que “es poco probable” que un gran número de soldados desarrollen enfermedades graves a causa de la radiación, pero es imposible tener una certeza sin tener más detalles disponibles.
Indicó que posiblemente el material contaminado fue enterrado o recubierto con una capa vegetal durante las labores de limpieza de Chernóbil, y algunos soldados podrían haberse expuesto a un “foco” de radiación durante las excavaciones. Otros también pudieron haber asumido que existía un riesgo, añadió.
Días atrás, Moscú dijo que reduciría significativamente sus operaciones militares en las áreas alrededor de Kiev y en la ciudad de Cherníhiv, en el norte de Ucrania, a fin de aumentar la confianza entre ambas partes y facilitar las negociaciones de paz.
Pero en los suburbios de Kiev, el gobernador regional Oleksandr Pavliuk publicó el jueves en redes sociales que las fuerzas rusas lanzaron ataques de artillería contra Irpín y Makariv, además de que se registraron combates en torno a Hostomel. Pavliuk dijo que hubo contraataques ucranianos y algunos repliegues rusos en los alrededores del suburbio de Brovary, al este de la capital.
Cherníhiv también fue blanco de ataques. Al menos una persona murió y otras cuatro resultaron heridas durante la ofensiva rusa en contra de una caravana de autobuses con ayuda humanitaria que se trasladaba a la ciudad para evacuar a los residentes que no tienen acceso a alimentos, agua y otros suministros, dijo la comisionada de Derechos Humanos de Ucrania, Lyudmyla Denisova.
Ucrania también reportó ataques de artillería dentro y en los alrededores de la ciudad de Járkiv, en el noreste de Ucrania.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que según la inteligencia que han recibido, Rusia no ha reducido sus operaciones militares en Ucrania, sino que intenta reagruparse, reabastecer a sus tropas y reforzar su ofensiva en Donbás.
“Rusia ha mentido repetidamente sobre sus intenciones”, afirmó Stoltenberg. Al mismo tiempo, indicó, se ha mantenido la presión sobre Kiev y otras ciudades, y “podemos prever nuevas acciones ofensivas que causen todavía más sufrimiento”.
Donbás es la región industrial de mayoría rusohablante en el este de Ucrania donde separatistas prorrusos se han enfrentado a las fuerzas ucranianas desde 2014. En los últimos días, el Kremlin, en un aparente cambio en sus prioridades militares, dijo que ahora su “objetivo principal” es tomar control del Donbás, que comprende las regiones de Donetsk y Luhansk, incluyendo Mariúpol.
El máximo líder rebelde en Donetsk, Denis Pushilin, emitió una orden de instalar un gobierno en Mariúpol, según agencias noticiosas estatales rusas, en una señal de que Rusia pretende retener y administrar la ciudad.
En tanto, la Cruz Roja indicó que sus equipos viajaban hacia Mariúpol con suministros médicos y de ayuda y confiaban en ayudar a sacar civiles de la maltrecha ciudad.
Decenas de miles han logrado salir de Mariúpol en las últimas semanas a través de corredores humanitarios, reduciendo la población de la ciudad de 430.000 personas antes de la guerra a un estimado de 100 mil la semana pasada, pero otros esfuerzos por llevar ayuda a la ciudad se han visto frustrados por los continuos ataques rusos.
La viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, dijo que 45 autobuses saldrían para recoger civiles de la ciudad, que ha sido una de las más castigadas en la guerra. La comida, el agua y los suministros médicos escasean desde que Rusia cercó y empezó a bombardear la ciudad hace semanas.
“Es sumamente importante que se lleve a cabo esta operación", dijo la Cruz Roja en un comunicado. “Las vidas de decenas de miles de personas en Mariúpol dependen de ella”.
A pesar de que Ucrania y Rusia reanudarán las negociaciones a través de videoconferencias, hay poca esperanza en que ambas partes resuelvan pronto el conflicto.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que las condiciones aún no estaban “maduras” para un alto al fuego en Ucrania y que no estaba listo para una reunión con Zelensky hasta que los negociadores hicieran más trabajo, de acuerdo con el primer ministro italiano, Mario Draghi, quien sostuvo una conversación telefónica con el mandatario ruso el miércoles.
En otro frente, los servicios de emergencia de Ucrania informaron que el número de muertos ascendió a 20 luego de que Rusia atacó con misiles un edificio gubernamental en la ciudad de Mykolaiv el pasado martes.
Mientras Occidente buscaba pistas sobre cuál podría ser el siguiente paso de Rusia, un destacado oficial británico de inteligencia afirmó el jueves que soldados rusos desmoralizados en Ucrania se han negado a cumplir órdenes, han saboteado su propio equipo y derribaron accidentalmente sus propios aviones.
Funcionarios de inteligencia de Estados Unidos han llegado a la conclusión de que sus asesores han desinformado a Putin sobre los pobres resultados de la guerra porque tienen miedo de decirle la verdad.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Estados Unidos se equivoca y que “ni el Departamento de Estado ni el Pentágono poseen la información real de lo que sucede en el Kremlin”.