Managua. El Parlamento de Nicaragua, dominado por el presidente Daniel Ortega, aprobó el jueves reformas que, según expertos, debilitarán la autonomía de las universidades en medio de nuevas reglas que fortalecen el control gubernamental sobre los currículos, programas y cátedras.
La ley establece el Consejo Nacional de Universidades (CNU), del gobierno, como el principal órgano de rector del sector, prevaleciendo sobre los comités de expertos académicos que en cada institución ostentan actualmente dicha facultad.
"Esta reforma mata la autonomía universitaria que tanta sangre ha costado en Nicaragua", afirmó el académico Ernesto Medina, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, la más grande del país.
La reforma también elimina el financiamiento público a la Universidad Centroamericana (UCA), una institución jesuita crítica de la gestión de Ortega y cuna de las protestas antigubernamentales que estallaron en el país centroamericano en 2018.
La UCA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Los diputados oficialistas argumentaron que la reforma busca fortalecer la educación superior.
"Es una venganza contra la UCA, por el papel que han jugado sus estudiantes en la rebelión de abril de 2018", aseveró la profesora de derecho constitucional, María Asunción Moreno.
La reforma incorporó al CNU tres universidades creadas por el Gobierno recientemente.