Berlín. Las luces de una ciudad sin límites y una voz femenina que pregunta “¿quién nos protege?, ¿en quien podemos confiar?” introducen de forma emotiva al espectador en un documental sobre la resistencia femenina de un grupo de luchadoras profesionales en Ciudad Juárez.
Luchadoras (2021), el multipremiado trabajo de Paola Calvo y Patrick Jasim comienza a pisar fuerte en una veintena de salas de cine en Alemania después de un importante periplo en festivales internacionales. Ha sido premiado en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, el Festival de Documental de Salónica y también ganó el premio al mejor documental en el Festival Internacional de Cine de Hof, en Alemania.
Durante seis meses, la pareja de jóvenes cineastas residentes en Berlín llevó a cabo un intenso trabajo en el que documentan y acompañan no sólo la vida profesional de tres luchadoras, sino también parte de su intimidad y vida cotidiana, retratando así la realidad emocional de las protagonistas, Lady Candy, Mini Sirenita y Baby Star.
La confianza lograda con sus protagonistas es elemento primordial en el desarrollo de la historia.
“He vivido en México y tengo un vínculo emocional con el país desde hace mucho tiempo; el amor y el respeto por estas mujeres es lo que resaltaría. Sentimientos a los que la agresividad está asociada pueden encontrar un camino de expresión controlado y positivo a través de la lucha libre.”
El documental fue filmado antes de la pandemia, y el trabajo de edición se hizo en la Ciudad de México con el apoyo de la productora mexicana No Ficción.
Las reseñas en la prensa alemana no podrían ser más favorecedoras para Luchadoras. Uno de los rotativos más importantes del país, el Süddeutsche Zeitung, lo calificó de manifiesto de la resistencia femenina y destaca el trabajo de la cámara al retratar a las heroínas locales en su intimidad o elementos como el júbilo del público, el contexto de violencia imperante en la ciudad –el sonido de las sirenas de patrullas o ambulancias–, el tumulto de vecinos ante una víctima que ha sido abatida a tiros, las consecuencias de una lucha difícil con algún hueso roto.
Calvo señala el aprendizaje que este trabajo trajo consigo: “Aprendimos a convivir con el miedo, cuando éste te controla, te quedas pequeño y te encapsulas, pero cuando eres parte de una comunidad te vuelves fuerte en el grupo.”