No pudieron con él terroristas, mafiosos o meteoritos gigantes. El último de los boy scouts era tan duro de matar, tan justiciero, que sólo deseaba salvar al mundo las veces que fuera posible. Fue también policía, ex militar… pero nunca imaginó tener un enemigo letal que se pudiera colar a lo más profundo de su cerebro, dejándolo cada vez más en el silencio y con la incapacidad de trabajar.
Hablamos de Bruce Willis, actor hollywoodense tan querido y criticado a la vez, del que ayer se conoció que dejará su pasión: las películas.
Su familia dio a conocer que Bruce, quien también incursionó en la música bajo el género del blues y soul, padece afasia, trastorno del lenguaje que se caracteriza por la incapacidad o la dificultad de comunicarse mediante el habla, la escritura o la mímica; se debe a lesiones cerebrales. Es típicamente causado por un infarto o una lesión en la cabeza, aunque en algunos casos puede desarrollarse de forma gradual y progresiva.
En un comunicado compartido en redes sociales, la familia de la estrella escribió sobre sus problemas de salud: “A los increíbles partidarios de Bruce queríamos compartir que nuestro querido Bruce ha estado experimentando algunos problemas de salud y recientemente ha sido diagnosticado con afasia, lo que está afectando sus habilidades cognitivas. Como resultado de esto y con mucha consideración, se está alejando de la carrera que tanto ha significado para él”.
Agrega: “Éste es un momento realmente desafiante para nuestra familia y estamos muy agradecidos por su continuo amor, compasión y apoyo”. La declaración está firmada por la esposa de Willis, Emma, su ex pareja la también actriz Demi Moore y todos sus hijos.
Willis saltó a la fama a mediados de la década de 1980 con un papel en la comedia dramática de televisión Luz de luna. Ganó un Emmy y un Globo de Oro por esa interpretación, y rápidamente logró notoriedad en Hollywood. En 1988 protagonizó Duro de matar, en la que comenzó a hacer una serie de personajes de héroes de acción, incluyendo El último boy scout, Armageddon y secuelas de Duro de matar.
Aunque hizo innumerables filmes de los llamados blockbusters (cintas comerciales), que le dieron muchos premios Razzie (a lo peor del cine), también fue dirigido por prestigiosos realizadores como Tony Scott (El último boy scout), Quentin Tarantino (Pulp fiction y Four Rooms), Brian de Palma (La hoguera de las vanidades), Robert Zemeckis (La muerte le sienta bien), Terry Gilliam (12 monos) y Luc Besson (El quinto elemento), Michael Bay (Armageddon), M. Night Shyamalan (El sexto sentido) y Robert Rodríguez (La ciudad del pecado).
“Superhéroe humanista”
Durante una visita a México, Willis aseguraba que no sólo era un superhéroe humanista, sino que ha aparecido en todo tipo de películas: “De grandes presupuestos, de acción, dramas, comedias. No sé qué venga…, pero seguro es algo que me encontrará en vez de que yo lo halle. Es difícil imaginar mi vida más divertida haciendo otra cosa. He sido muy versátil, pero muchas cintas que he filmado no han sido tan exitosas, como Vecinos invasores. Cuando termino una película me considero desempleado”.
Walter Bruce Willis creció en Nueva Jersey, pero nació en Idar-Oberstein, Alemania, en 1955. Cuando tenía dos años, la familia se mudó a Estados Unidos, donde vivió una infancia modesta. Cuando entró a la preparatoria, tartamudeaba, pero durante esa época se unió al club de drama, que lo ayudó a darse cuenta de que actuando su problema de habla se reducía.
En 1973 se graduó de Penns Grove High School, y comenzó a trabajar como guardia de seguridad. Durante los años 70, se desempeñó en varias labores: chofer, investigador privado y bartender. En 1977, abandonó la universidad y se mudó a Nueva York. En esa ciudad comenzó a hacer papeles secundarios en teatros denominados off-Broadway, por ser de una menor capacidad que los del Distrito Teatral neoyorquino. A mediados de los 80, se mudó una vez más, esta vez a Los Ángeles, donde empezó a tener apariciones en programas hechos para la televisión, como Luz de luna. Su primer papel principal en una película llegó en Blind Date (de 1987), pero Willis lograría fama mundial como Jhon McClane en Duro de matar.
Mientras desarrollaba su carrera en la actuación, Willis también hacía sus intentos en la música. A finales de los años 80, el actor publicó The Return of Bruno (disco de blues y soul que salió en el sello Motown), con el que tuvo éxito moderado en Reino Unido, aunque no tan relevante en Estados Unidos.
Willis también lanzó los discos If It Don’t Kill You, It Just Makes You Stronger y Classic Bruce Willis: The Universal Masters Collection.
Durante esas décadas, Willis estuvo casado con la actriz Demi Moore, con quien procreó tres hijas: Rumer, Scout y Tallulah. Tras el divorcio de la pareja en 2000, los actores mantuvieron una buena relación. La carrera de Bruce en la actuación siguió cosechando éxitos. Apareció en Sin City, Alpha dog, Planet terror y Moonrise Kingdom.
En los años 90, Willis apareció en el clásico de culto de Quentin Tarantino Pulp Fiction, y más tarde se embolsó un Emmy por su cameo en la serie de comedia Friends. En 2015, hizo su debut en Broadway en una producción criticada de Misery, de Stephen King.
“No creo que ninguno de nosotros haya visto alguna vez la película como para criticar algo; sólo nos divertimos y nos reímos dando una visión de alguno de los problemas que enfrenta el mundo de hoy. Es hacer que la gente se ría”, señalaba el actor, quien había prestado su voz a un mapache de la cinta Vecinos invasores. “Llegar al público infantil es importante, porque tengo tres hijas y quería trabajar en una cinta que ellas pudieran ver y que las hiciera reír”.
Durante los años más recientes, Bruce Willis había mantenido un ritmo de trabajo alto. El actor apareció en siete películas estrenadas sen 2021, todavía quedan tres que serán estrenadas este año, y cinco más que saldrán entre 2022 y 2023. Su filme más reciente, Un día para morir, se estrenó a principios de este mes.
(Con información de Juan Ibarra)