La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos del gobierno de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés) y el gobierno de Quintana Roo colaboran para la detección y rastreo de armas que ingresaron de manera ilegal a México y terminaron en poder del crimen organizado que operan en esa entidad.
Un funcionario de la embajada estadunidense informó que el acuerdo es relevante ante el crecimiento de la violencia en aquella región turística y forma parte de los pactos establecidos por esa agencia con nuestro país.
Ese trabajo de coordinación entre autoridades locales y la ATF ha permitido rastrear en cuatro años más de 81 mil armas que se traficaron hacia México, la mayoría procedentes de Estados Unidos.
Con los acuerdos, los gobiernos estatales permiten que personal de la agencia estadunidense acceda a las bodegas de seguridad donde se resguarda armamento decomisado. A partir de los números de serie, intercambio de información y otros datos se logra conocer su procedencia, el sitio exacto donde se vendió, los compradores, el número de unidades, la ruta que siguió y su destino final.
Desde hace varios años la zona turística de Quintana Roo (en particular Cancún, Playa del Carmen y Tulum) ha sido escenario de diferentes actos de violencia, extorsiones, ataques y ejecuciones relacionadas con el tráfico de armas y drogas. Tan sólo en lo que va de 2022 se reportan más de 60 asesinatos en la entidad.
Fuentes relacionadas con el acuerdo entre la ATF y el gobierno estatal indicaron que el turismo, en particular el estadunidense, “exige drogas”, de ahí que la región se haya convertido en prioridad para los grupos delictivos.
Datos oficiales indican que en 2021 más de 6.6 millones de turistas extranjeros llegaron vía aérea y otros más en cruceros, a los que se suma el turismo nacional.
Al mismo tiempo, la embajada de Estados Unidos emitió por Twitter una alerta a sus ciudadanos en Cancún por el incidente de ayer en el aeropuerto de esta ciudad, que en principio se creyó fue un tiroteo y luego la Guardia Nacional aclaró que se trató de la caída de dos mamparas de madera de dos metros de altura.