Moscú. El diario independiente ruso Novaya Gazeta anunció ayer la suspensión de su publicación hasta que termine la intervención en Ucrania, al no haber encontrado “otra solución” frente a la “censura militar”, en un contexto de presión del Kremlin sobre las voces críticas.
Pilar del periodismo de investigación, Novaya Gazeta publica desde hace casi 30 años investigaciones sobre la corrupción y las violaciones a los derechos humanos en Rusia. En 2021 esa labor, que le costó la vida a varios de sus reporteros, fue recompensada con el Nobel de la Paz otorgado a su redactor jefe, Dmitri Muratov, quien compartió el premio con Maria Ressa, periodista de Filipinas,.
Novaya Gazeta permanecerá cerrado el tiempo que dure “la operación especial” en Ucrania, término que las autoridades rusas insisten en que deben utilizar los medios.
Se trata del último gran periódico independiente crítico del presidente Vladimir Putin luego de que varios más dejaron de operar o sus sitios web fueron bloqueados desde que empezó la invasión rusa el 24 de febrero.
Lo que provocó la decisión de cerrar fue una segunda advertencia formal de Roskomnadzor, el regulador oficial de comunicaciones de Rusia, que en los últimos años cada vez ha adoptado más el papel de censor. Desde hace mucho tiempo, Novaya Gazeta tenía una relación complicada con el gobierno.
El editor Muratov manifestó la semana pasada que donaría su medalla del Nobel para subastarla y recaudar fondos para los refugiados ucranios, al tiempo que pidió un cese del fuego inmediato en Ucrania.
El motivo exacto por el cual Novaya Gazeta recibió una advertencia no está claro. Roskomnadzor le dijo a la agencia de noticias estatal Tass que el periódico no identificó a una ONG, a la cual no nombró, como “agente extranjero” en sus reportes, como lo exige la ley rusa. No especificó a qué reportes hacía referencia.
El diario desafió las restricciones de las autoridades rusas, al publicar en ruso y ucranio al día siguiente de que comenzó la invasión. Sin embargo, eliminó muchos de sus reportes de guerra de su sitio web después de que legisladores rusos aprobaron una ley que amenazaba con encarcelar hasta 15 años a quien publicara información que las autoridades rusas consideren “falsa”.