Tegucigalpa. La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Honduras autorizó ayer la extradición a Estados Unidos del ex presidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), donde será procesado por narcotráfico, delito que puede ser castigado con cadena perpetua.
El máximo tribunal “ha resuelto ‘no ha lugar’ el recurso de apelación planteado (por la defensa del ex presidente)”, lo que “confirma la decisión del juez de primera instancia de conceder la extradición del ciudadano Juan Orlando Hernández”, notificó el portavoz del Poder Judicial, Melvin Duarte. Esta decisión es inapelable.
Hernández será juzgado por tres delitos. El primero, “conspiración para importar y distribuir una sustancia controlada a Estados Unidos”. En este caso, los 15 magistrados votaron unánimemente para conceder la extradición.
Sobre las acusaciones de “uso y portación de armas de fuego” durante la importación de narcóticos, y en el de “conspiración para usar armas de fuego”, la decisión se tomó con 13 a favor. En caso de extradición, el imputado sólo puede ser juzgado por los delitos que autoriza la justicia del país de origen.
“Estamos listos y confiados de demostrar ante la justicia estadunidense que estas acusaciones son una trama de venganza de narcotraficantes hondureños” contra Hernández, expuso uno de los familiares del ex presidente.
Washington solicitó el 14 de febrero la extradición de JOH –como se conoce por sus iniciales–, a quien acusa de conspirar para exportar unas 500 toneladas de cocaína a su territorio, desde 2004.
Un día después fue capturado y permanece en una prisión del cuartel de las fuerzas especiales de la policía, conocido como Los Cobras.
Desde la cárcel, Hernández se defendió, reiterando que es “inocente” y ”víctima de una venganza y una conspiración” de los cárteles a los que combatió.
Reconoció estar viviendo un momento “doloroso”. “Tres cadenas perpetuas podrían llegar a constituirme en un muerto en vida”.
Washington lo destacaba como un aliado en la lucha contra el narcotráfico y fue uno de los primeros en reconocer su relección en 2017, cuando la oposición reclamó fraude y se generaron protestas que dejaron una treintena de muertos.