Cientos de pasajeros y turistas que se encontraban en la terminal 3 del Aeropuerto Internacional de Cancún, Quintana Roo, salieron corriendo y otros ingresaron a la plataforma buscando ponerse a salvo, luego de que se escucharon detonaciones similares a las de un arma de fuego, lo cual fue descartado por la Guardia Nacional.
Puntualizó que el estruendo fue causado por tres mamparas de madera de casi dos metros de altura que un turista derribó accidentalmente al salir corriendo de un sanitario. Agregó que por el incidente, ocurrido ayer a las 11:23 horas, fueron desplegados elementos de la corporación, así como de la Secretaría de Marina, de la Agencia Federal de Aviación Civil y del Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR), concesionario de la terminal.
Debido a la alarma que se generó, las operaciones se interrumpieron por protocolo durante unos minutos, pero se reanudaron en cuanto se confirmó que no hubo disparos y no existía riesgo para los usuarios.
A las 11:59, el secretario de Seguridad Pública estatal, Lucio Hernán-dez, publicó en su cuenta de Twitter: “911 de C5, recibe llamada sobre detonaciones de arma de fuego en la terminal 3 del Aeropuerto de Cancún, todas las autoridades en el lugar, al momento no se localizan lesionados, cartuchos percutidos o mayores indicios que confirmen el hecho. Se sigue verificando”.
La administración del aeropuerto apuntó en un comunicado que “se manejaron múltiples versiones de lo que sucedía, se aplicaron los protocolos de seguridad establecidos para estos temas, reuniendo en el Centro Operativo de Emergencia (COE) a la Agencia Federal de Aviación Civil, la Guardia Nacional, Secretaría de Marina y ASUR, entre otras autoridades, para dar seguimiento a los acontecimientos, no existiendo indicios de detonaciones de arma de fuego o explosiones en ningún área del aeropuerto”.
Durante recorridos de supervisión no se localizaron indicios de que se hubieran realizado disparos de armas de fuego, como se reportó en un primer momento. Ninguna persona se vio afectada ni se registraron daños en los inmuebles.
Con información de Rosario Ruiz/ La Jornada Maya