Shanghái. Los confinamientos por el Covid-19 en Shanghái se hicieron sentir este martes en la industria automotriz, luego que un importante proveedor de autopartes se sumó a Tesla en el cierre de una planta, a fin de cumplir con las medidas para controlar la propagación del coronavirus.
Una empresa con participación conjunta de General Motors mantuvo la producción tras pedir a los trabajadores que durmieran en los pisos de la fábrica y obtener pases para que los camiones continuaran con las entregas, dijeron fuentes cercanas al tema.
Aptiv, un proveedor clave de automóviles, dijo el martes a los trabajadores en una de sus instalaciones de Shanghái –que abastece a Tesla y la empresa conjunta de General Motors (GM)– que se quedaran en casa debido a los controles por el Covid, de acuerdo con fuentes familiarizadas con el asunto.
El cierre de Aptiv se produjo en el segundo día de confinamiento en Shanghái, hogar de 26 millones de personas y un importante centro de fabricación de vehículos y otros bienes.
La ciudad ha instituido controles estrictos sobre los movimientos de personas para tratar de controlar la propagación de la variante ómicron, altamente infecciosa.
El cierre, una de las mayores pruebas para la estrategia “cero-COVID” de China, ha obligado a los fabricantes de autos y proveedores a intentar adaptarse con medidas extremas para mantener las fábricas en funcionamiento o cerrar y correr el riesgo de retrasos en los envíos, en momentos en que la demanda de vehículos es fuerte.
El proveedor alemán de autopartes Bosch informó el martes que sus dos plantas en Shanghái están trabajando con personal reducido. “Estamos haciendo todo lo posible para mantener las cadenas de suministro tanto como sea posible y para atender las demandas de nuestros clientes”, indicó la compañía en un comunicado.
Para los fabricantes y proveedores de automóviles del mundo, las últimas interrupciones relacionadas con el coronavirus en China, el mercado más grande del mundo, se suman a los problemas creados por la guerra en Ucrania.
Las medidas que tomó GM para mantener abierta su planta de Shanghái equivalen a un proceso de gestión de “bucle cerrado”, una estructura que el centro financiero de China ha pedido a las empresas que adopten para permanecer abiertas en el cierre de dos etapas para combatir el Covid.
En el arreglo similar a una burbuja, los trabajadores duermen, viven y trabajan aislados del resto del mundo para evitar la transmisión del virus. Un sistema similar se usó en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín para aislar al personal del evento del público.
Las instalaciones, que GM opera como parte de una empresa conjunta con la estatal china SAIC Motor, produce vehículos Buick, Chevrolet y Cadillac. Las instalaciones se encuentran en áreas al este del río Huangpu de Shanghái estarán cerradas hasta el viernes.
Planes de contingencia
GM, que dijo el lunes que su empresa conjunta en Shanghái estaba produciendo normalmente, se negó a comentar sobre los arreglos en su fábrica.
Un portavoz dijo que la compañía y sus empresas conjuntas habían desarrollado y estaban ejecutando planes de contingencia con sus proveedores para mitigar la incertidumbre relacionada con el Covid-19. SAIC no hizo comentarios de inmediato.
La capacidad de SAIC-GM para mantener sus líneas de producción en Shanghái en funcionamiento contrasta con la de Tesla, que según informó Reuters ha suspendido la producción durante el periodo de cuatro días de restricción sanitaria.
La empresa no pudo asegurar suficientes provisiones para que sus trabajadores lograran una gestión de circuito cerrado, dijo una fuente.
A los trabajadores en el complejo de Aptiv se les dijo que se quedaran en casa el miércoles y esperaran más avisos, dijeron las cuatro fuentes a Reuters. Dos de las fuentes dijeron que la planta afectada produce partes para Tesla y para GM en Shanghái.