Ciudad de México. Una sensación de incredulidad fluyó el domingo en el teatro Dolby después de que Will Smith, ante la mirada de millones, propinó una cachetada al comediante Chris Rock en plena ceremonia de entrega de los premios Óscar… y ayer aún no se disipaba. No sólo fue una ruptura, difícil de comprender, con el decoro en la televisión nacional en vivo, sino un incidente dramático, incluso parecido a una película y muchos al principio creyeron que era un poco escenificado, pero que deja marca en una industria que lucha por salir adelante luego de la pandemia.
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos emitió ayer un comunicado, en el que señaló: “Se condenan las acciones del señor Smith en el espectáculo. Hemos iniciado una revisión en torno al incidente y exploraremos medidas futuras, así como consecuencias de acuerdo con nuestros estatutos, reglas de comportamiento y la ley de California.
“No hay lugar en la academia para gente que abusa de su estatus, poder o influencia de una forma que viola los estándares de decencia”, añadió.
“Me pasé de la raya”
Por su lado, Will Smith en su página de Facebook escribió: “La violencia en todas sus formas es venenosa y destructiva. Mi comportamiento en los premios de la Academia fue inaceptable e inexcusable. Las bromas a costa mía son parte del trabajo, pero una broma sobre la condición médica de Jada fue demasiado para mí y reaccioné emocionalmente. Me gustaría disculparme públicamente contigo, Chris (Rock). Me pasé de la raya y me equivoqué. Estoy avergonzado y mis acciones no fueron indicativas del hombre que quiero ser. No hay lugar para la violencia en un mundo de amor y bondad”.
Agrega: “También me gustaría ofrecer disculpas a la Academia, a los productores del show, los asistentes y a todos los que lo ven alrededor del mundo. Me gustaría disculparme con la familia Williams y mi familia King Richard. Lamento profundamente que mi comportamiento haya manchado lo que ha sido un viaje hermoso para todos nosotros”.
Como se recordará, Smith se levantó de su lugar para abofetear al humorista Chris Rock cuando éste presentaba el premio a la categoría de mejor documental e hizo una broma pesada acerca de Jada Pinkett Smith, en la que se refería a su problema de alopecia. “No puedo esperar a G.I. Jane 2 (Hasta el límite 2)”, expresó el comediante refiriéndose a la cabeza rapada de la protagonista interpretada por Demi Moore.
Smith, quien más tarde resultaría ganador de su primer Óscar como mejor actor, luego de golpear al comediante, regresó a su lugar y le gritó: “Mantén el nombre de mi esposa, fuera de tu puta boca”.
Aunque Rock descartó presentar cargos en contra de Will Smith, el Departamento de Policía de Los Ángeles se puso a su disposición.
Desde que ocurrió el incidente, usuarios de redes sociales han condenado el incidente y han llegado a solicitar que la estatuilla sea devuelta. Sin embargo, dentro de las medidas más probables está la posible suspensión de la membresía de Smith, que otros miembros de la organización de cine estadunidense han solicitado.
“Habrá consecuencias, estoy segura, pero no creo que esa sea una de ellas”, comentó Whoopi Goldberg en el programa The View. La actriz es una de las gobernadoras en la rama de actores de la Academia, de modo que tiene acceso a las discusiones suscitadas por el incidente.
Algunos medios estadunidenses también han revelado que el domingo se planteó la retirada inmediata de Smith, “pero los que toman las decisiones en la Academia estaban sentados en diversos puntos del teatro y no pudieron movilizarse antes de que ganara”. En la sala de prensa de la ceremonia, el protagonista de Hombres de Negro fue el único que no se paró frente a los periodistas.
“Dejó que sus emociones lo dominaran”
Las reacciones en favor y en contra de Smith han surgido por todas partes, en especial de personalidades relacionadas con la industria hollywoodense. “En cierto modo, también me siento mal por Will Smith, porque creo que dejó que sus emociones lo dominaran, y esta debería haber sido una de las mejores noches de su vida”, afirmó Jimmy Kimmel, ex presentador de los Óscar.
La comediante Kathy Griffin, expresó su rechazo a la reacción del actor. “Es una muy mala práctica subir al escenario y agredir físicamente a un humorista. Ahora tenemos que preocuparnos por quién quiere ser el próximo Will Smith en los clubes de comedia y los teatros”.
Otros, como la actriz Tiffany Haddish manifestaron su apoyo a Will. “Cuando vi a un hombre negro defender a su esposa, significó mucho para mí. Como mujer, que ha estado desprotegida, que alguien diga: ‘Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu puta boca, déjala en paz’, es protegerte, lo que se supone que debe hacer tu esposo, ¿no?”
La rapera Nicki Minaj también respaldó la reacción del actor. “Sólo tienes que presenciar en tiempo real lo que sucede en el alma de un hombre cuando mira a la mujer que ama y ve que contiene las lágrimas por una ‘pequeña broma’ a costa suya”, escribió en Twitter.
También hubo quienes, como la actriz Sophia Bush, optaron por problematizar la situación. “La violencia no está bien. La agresión nunca es la respuesta. ¿También? Esta es la segunda vez que Chris se burla de Jada en el escenario de los Óscar, y la noche del domingo fue por su alopecia. Golpear la enfermedad autoinmune de alguien está mal. Hacerlo a propósito es cruel”, escribió.
Tras el incidente, varios compañeros se apresuraron a aconsejar y calmar a Smith, incluidos Bradley Cooper, Tyler Perry y Denzel Washington. Durante su discurso de aceptación del premio, Smith reveló algo de lo que este último le dijo: “En tu mejor momento, ten cuidado, ahí es cuando el diablo viene a buscarte”.
Se disculpó con la Academia, pero no con Chris Rock. “Sé que en nuestra profesión tienes que ser capaz de soportar el abuso, y que la gente diga cosas locas sobre ti y te falte al respeto; debes sonreír y fingir que está bien, pero el amor te impulsa a hacer cosas locas”.
El altercado entre Smith y Rock eclipsó en buena medida el resto de la ceremonia de premiación. Al suceso subyacen logros como el de CODA, primera película con un elenco en su mayoría sordo en ganar la estatuilla a mejor película. Ariana DeBose se convirtió en la primera afrolatina y la primera actriz abiertamente LGBT en ganar el premio a la mejor actriz de reparto, por su participación en Amor sin barreras, además de pronunciar un discurso de orgullo, y Jane Campion, realizadora de El poder del perro, se volvió la tercera mujer en la historia en llevarse la estatuilla a mejor director.
La Academia necesitaba desesperadamente el aumento de audiencia y la reaccion de Smith sorprendió a los espectadores. Se estima que unos 15.36 millones de estadunidenses sintonizaron la transmisión, segun reportó Afp.
Las cifras preliminares de audiencia, reveladas ayer por la cadena ABC, representan una recuperación significativa del mínimo histórico de 9.85 millones de personas en vivo del año pasado.