El Gobierno de la Ciudad de México inició un programa de renovación de la Policía de Tránsito con el propósito de acabar con la corrupción en dicho cuerpo policiaco, que incluye una mayor profesionalización, descuentos en el pago de infracciones y una reducción de las causales para llevar un vehículo al corralón.

El secretario de Seguridad Ciudadana (SSC), Omar García Harfuch, detalló que se formará un grupo especial de elementos con atribuciones para imponer sanciones, principalmente jóvenes, quienes contarán con un uniforme distinto a los demás integrantes de la corporación, con una banda en el brazo con la leyenda “autorizado para infraccionar” (sic) y una cámara de video en la solapa, que se activará de manera aleatoria para supervisar la actuación de los efectivos.

Las multas, explicó ante la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se aplicarán de manera digital por medio de dispositivos móviles y habrá un descuento de 90 por ciento a quienes la paguen antes de 10 días de su expedición, y de la mitad si se sufraga entre el onceavo y el día 30.

Asimismo, se reformará el Reglamento de Tránsito para disminuir de 77 a 36 los motivos por los que un auto puede ser llevado al corralón, eliminando causas como circular en sentido contrario, que la licencia de conducir o tarjeta de circulación no esté vigente, así como vehículos con placas foráneas que incurran en alguna falta y realizar reparaciones a autos en la vía pública, entre otras.

De esta manera, subrayó García Harfuch, se prevé inhibir conductas como que los policías pidan dinero a los ciudadanos para no multarlos, al tiempo que aclaró que el cuerpo especial con atribuciones para sancionar comenzará a operar el 4 de abril en una de las siete zonas viales en las que está dividida la capital, y de manera paulatina se irán incorporando a las demás áreas, por lo que en dos meses estará cubierta toda la ciudad.

Los descuentos en las multas aplicarán para todas las expedidas por los oficiales de Tránsito, las infracciones al reglamento captadas por el programa Fotocívicas, cámaras de carriles confinados, en parquímetros y por sanciones ambientales.