Se me antoja iniciar la columneta con algunas sencillas cuestiones, de esas que se dirigen: “A quien corresponda”. La primera de ellas se refiere a la información proporcionada por el reportero don Alfonso Urrutia, quien nos dice: “Consejeros del INE cobrarán $262 mil 634 de salario bruto al mes” (bruto el salario, los que lo perciben obviamente están muy lejos de serlo). El aguinaldo de cada uno (menos de Martín Faz Mora) será de 449 mil pesos. Claro que, comparado con un campeón mundial de las patadas como…. (tiempo fuera para buscar nombres que evidentemente no conozco) Cristiano Ronaldo, Leonel Messi o Mohamed Salah, realmente estas cantidades no pintan, pero si las comparamos con un salario mínimo de los que prevalecen entre nosotros, pues cada consejero podría mantener un envidiable y ensoñador serrallo y una vasta prole educándose en las escuelas en donde el ex candidato panista en 2018 y futuro ex precandidato panista en 2024, don Ricardo Anaya, educa a sus hijitos, para que “aprendan a amar a México” (sic y recontrasic), y puede que hasta un seguro de gastos médicos mayores en cirugía plástica y estética, que les borrará del rostro los fruncimientos que les ocasionará, seguramente, el resultado de la consulta del 10 de abril. Queda claro que los salarios de los entronizados del INE son una razón de peso ($) que explica su vergonzante y deplorable comportamiento. No busquemos razones ideológicas o políticas, aunque sí de ambición y personalísima conveniencia en el futuro inmediato: ensoberbecidos y totalmente ignaros de la vida y de lo que los politólogos llaman realpolitik, se recrean en sus fumarolas para el 24.
Los siameses del INE ya iniciaron su estrategia: acreditarse ante las fuerzas políticas, y sobre todo económicas, como los únicos capaces de vencer al monstruo de la 4T. Si fueron capaces de enfrentarlo cuando ejercía el poder total, con mayor razón en el declive de finales del 23 y los primeros meses del 24. La segunda fuerza electoral habrá de recuperarse en la medida que el populismo rampante se resquebraja pero, pero, pero resulta que carecen de líderes, de figuras, de adalides que encabecen el triunfal retorno: su última carta está marcada y, además, su condición de prófugo no ayuda mucho para una eficaz campaña. Por lo que respecta a su dama comodín, que entra y sale del partido a conveniencia, no les inspira ninguna seguridad. Seguramente –se dicen entre sí los siameses– hasta les quitamos un gran problema, porque ganando la señora, como ya no puede regresar a Los Pinos, qué tal y se le ocurre convertir la casa de Huitzilac en residencia presidencial. Este recinto es el que el general Ávila Camacho y su esposa donaron a la nación, para que pudiera servir como alojamiento de altísimo nivel a las importantes personalidades que fueran invitadas por nuestro gobierno: realmente nunca funcionó y, dícese, dícese, que durante los sexenios caldero-peñistas la mansión, más que atender a personalidades públicas del exterior, lo hizo con personitas privadas y del interior. Chi lo sa?, dirían Gina y Marcello Mastroianni (también Ebrard, si quisiera decirlo).
Pero dejemos estos comentarios de revista rosa y leamos dos notas publicadas hoy domingo 27. Dice una, la del INE: “Se adelanta dos días la entrada en funciones del sistema Ubica tu casilla”. A partir del próximo sábado se podrá consultar, a través de la página del INE, la ubicación definitiva de las 57 mil 516 casillas que operarán el 10 de abril, informó (jactanciosamente) el consejero presidente. Este último calificativo fue un agregado indebido de la columneta, que no tiene base alguna para adjetivar, sin antecedentes ni pruebas, el talante del ponderado y ecuánime funcionario. Disculpas. ¿Si acaso pudiera sugerir que tal vez, a lo mejor, la posibilidad de adelantar 48 horas la información de dónde van a ser instaladas las casillas tendrá algo que ver con la pequeña circunstancia de que, en esta ocasión, éstas serán apenas la tercera parte de las instaladas en 2018? Valdría la pena conocer datos concretos de los múltiples poblados en los que, a los habitantes del lugar, los mandan a votar en casillas que están a muchos kilómetros y, por supuesto, a muchos minutos de su domicilio. Si se exigen los datos, los daré.
Me quedan dos asuntitos pendientes. Los referentes a los artículos 4° constitucional y el 3° de la ley de partidos políticos. Los platicaremos, aunque falten ya sólo unas horas para la definitiva y definitoria votación.
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