El principal periódico independiente de Rusia suspendió operaciones el lunes luego de que aumentara la presión de las autoridades rusas, una medida que sucede menos de seis meses después de que su editor fuera galardonado con el Premio Nobel de la Paz por el periodismo valiente de su medio bajo circunstancias difíciles.
El periódico Novaya Gazeta dijo que permanecerá cerrado el tiempo que dure lo que entrecomilló “la operación especial” en Ucrania, un término que las autoridades rusas insisten que deben utilizar los medios.
Fue el último gran periódico independiente crítico del presidente Vladimir Putin luego de que varios más dejaran de operar o sus sitios web fueran bloqueados desde que inició la invasión rusa en Ucrania el 24 de febrero.
Lo que provocó la decisión de cerrar fue una segunda advertencia formal de Roskomnadzor, el regulador oficial de comunicaciones de Rusia, que en los últimos años cada vez ha adoptado más el papel de censor. Desde hace mucho tiempo, la Novaya Gazeta tenía una relación complicada con el gobierno.
El editor desde hace mucho tiempo del periódico, Dmitry Muratov, compartió en octubre de 2021 el Premio Nobel de la Paz con Maria Ressa, una periodista de Filipinas. Muratov dijo la semana pasada que donaría su medalla del Premio Nobel para que fuera subastada para recaudar fondos para los refugiados ucranianos y pidió un cese del fuego inmediato en Ucrania.
El motivo exacto por el cual Novaya Gazeta recibió una advertencia no está claro. Roskomnadzor le dijo a la agencia de noticias estatal Tass que el periódico no había identificado a una organización no gubernamental, la cual no nombró, como “agente extranjero” en sus reportes, como lo exige la ley rusa. No especificó a qué reportes hacía referencia.
La Novaya Gazeta ha caminado por una cuerda floja durante la guerra en Ucrania. En un principio desafió las restricciones de las autoridades rusas, al publicar en ruso y ucraniano al día siguiente de iniciar la invasión. Sin embargo, eliminó muchos de sus reportes de guerra de su sitio web después de que legisladores rusos aprobaran una ley el 4 de marzo que amenazaba con encarcelar hasta 15 años por publicar información que las autoridades rusas consideran “falsa”. Eso puede incluir cualquier mención de que las fuerzas rusas hicieron daño a civiles o sufrieron pérdidas en el campo de batalla.