Profesores y directores de educación básica consideraron como una “mala decisión” de la Secretaría de Educación Pública (SEP) convocar a una consulta sobre el nuevo marco curricular, “con un cuestionario estandarizado, sin incluir realmente en el diálogo a quienes lo echaremos a andar en las aulas”.
Luego de que la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, convocó a los maestros a sumarse al diálogo sobre el nuevo currículo de educación básica, a través de un cuestionario que se podrá responder en formato electrónico, señalaron que “se quedaron sin tiempo y buscan legitimar, por cualquier medio, una propuesta diseñada por ellos, pero sin la participación de los maestros”.
La funcionaria federal también aseguró en un comunicado que tras la revisión de la nueva propuesta “iniciará un proceso de formación, capacitación y acompañamiento para que su implementación sea una experiencia enriquecedora y no un simple procedimiento administrativo”.
Sin embargo, los educadores destacaron que “no hay condiciones para echar a andar un proyecto de esta envergadura, en la que se plantean cambios profundos, con propuestas interesantes, pero que no son resultado de un diálogo con los maestros, porque no se han generado los mecanismos correctos para involucrarnos”.
Francisco Bravo, director de primaria, con más de 35 años de servicio, destacó que los profesores frente a grupo “están en otra dinámica. Preocupados por la crisis de aprendizaje que estamos enfrentando en las escuelas, y nuevamente somos nosotros los que estamos diseñando las acciones desde las escuelas”.
Aseguró que tras la mal llamada reforma educativa, impulsada en el sexenio pasado, “se rompieron los vínculos de confianza entre el magisterio y la autoridad educativa, los cuales no se han reconstruido”.
Con estos tiempos tan cortos, dijo, pues se prevé implementar el nuevo marco curricular en el próximo ciclo escolar 2022-2023, que inicia en agosto próximo, y “sin que el magisterio haya participado, con un proceso apresurado, porque ya están en el cuarto año de gobierno y seguimos con el modelo educativo del sexenio pasado, la propuesta puede acabar en mera simulación”.
Educadores frente a grupo consideraron que desde la divulgación de los documentos de trabajo, “la planeación fue mala, hubo una la falta de visión, porque ni siquiera hubo una difusión oficial, nos llegaron por chat o correos de compañeros. Y en la agenda de los consejos técnicos escolares, no se incluye ningún espacio destinado concretamente al análisis y la generación de propuestas sobre el nuevo currículo. Ahora todo se redujo a responder un cuestionario”.