Moscú. El Ministerio de Defensa de Rusia lanzó ayer una alerta por las cientos de minas marinas que Ucrania desplegó en el mar Negro y que en cuatro días llegarían a las aguas territoriales de Rumanía.
Turquía interrumpió temporalmente la navegación en el estrecho del Bósforo, tras encontrar uno de estos explosivos.
“Los artefactos a la deriva llegarán a las aguas territoriales de Rumania en cuatro días, y a las de Bulgaria en 10”, declaró ante periodistas Mijaíl Mizíntsev, jefe del Centro para la Gestión de la Defensa.
El empeoramiento de las condiciones climáticas en el norte del mar Negro, recalcó, mantiene el peligro de que estos peligrosos dispositivos se desplacen a la deriva a lo largo de los países ribereños.
“El peligro que representan las minas y los posibles ataques ucranios no permiten a los barcos zarpar con seguridad de los puertos de Jersón, Nikoláev, Chornomorsk, Ochákov, Odesa y Yuzhni”, señaló.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia alertó en días pasados que Ucrania había colocado unas 420 minas frente a sus costas en el mar Negro después del inicio de la operación especial rusa el pasado 24 de febrero.
El ente advirtió en ese momento de la probabilidad de que la corriente arrastrara los explosivos ucranios hacia el estrecho del Bósforo y el Mediterráneo.
Ahora, la dependencia rusa actualiza la alerta y pone fechas en las que los países vecinos se encontrarán con peligros mortales para la navegación. Kiev no declaró sobre el asunto.