Washington. El gobierno de Joe Biden propondrá aumentar la carga fiscal a los estadunidenses más ricos en su proyecto de presupuesto para 2023, que está previsto que presente el lunes, informó el sábado el Washington Post.
La propuesta, denominada “Impuesto sobre la renta mínima de los multimillonarios”, busca fijar un tipo impositivo mínimo de 20 por ciento sobre los ingresos anuales superiores a cien millones de dólares.
“El impuesto mínimo multimillonario garantizará que los estadunidenses más ricos paguen al menos 20 por ciento de impuestos sobre la totalidad de sus ingresos”, dice el texto de la Casa Blanca obtenido por el periódico.
La instauración del impuesto mínimo a los estadunidenses más ricos supone una importante reorientación del código fiscal. Se aplicaría a 0.01 por ciento de los hogares más ricos y se prevé que la mitad de la recaudación prevista provendrá de los hogares con mil millones de dólares o más.
La nueva medida, que debe ser aprobada por el Congreso antes de poder aplicarse, prevé recaudar cerca de 360 mil millones de dólares en 10 años.
Si llegara a aprobarse la propuesta del gobierno de Biden, Elon Musk, el jefe de Tesla y el hombre más rico del mundo, tendrá que pagar 50 mil millones de dólares más en impuestos y el fundador de Amazon, Jeff Bezos, unos 35 mil millones más, según los cálculos de Gabriel Zucman, economista de la Universidad de California en Berkeley, citados por el diario.
Un estudio previo de la administración Biden afirmaba este otoño que 400 hogares multimillonarios pagaron en promedio 8.2 por ciento de impuestos sobre sus ingresos entre 2010 y 2018, una tasa a menudo muy inferior a la de muchos hogares estadunidenses.
El impuesto mínimo impedirá efectivamente que el sector de los más acaudalados en Estados Unidos pague tasas menores que las de las familias que se consideran de clase media, al tiempo que contribuirá a generar ingresos para financiar los programas internos de Biden y a contener relativamente el déficit en la economía.
Ese gasto deficitario redundó en una expansión económica a un ritmo de 5.7 por ciento el año pasado, el más fuerte desde 1984. Sin embargo, la inflación más elevada en 40 años también acompañó esos sólidos avances en momentos en que el aumento de los precios ha afectado la popularidad de Biden.
Según el gobierno de Biden, la propuesta para el año fiscal que comienza el primero de octubre muestra que el fuerte gasto contribuyó a impulsar el crecimiento y a colocar las finanzas del gobierno en una situación más estable con vistas a los próximos años.
La disipación de la pandemia y el crecimiento han permitido que el déficit baje de 3.1 billones de dólares en el año fiscal 2020 a 2.8 billones el año pasado y a 1.4 billones como se proyecta para este año.