En tan sólo unos años, el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) creado en 2008 y recién modificado generó un sesgo en favor de programas que fomentaron un espejismo de oportunidades, mientras miles de estudiantes en ciencias básicas y humanidades se quedaban sin ningún apoyo, denunció Elena Álvarez-Buylla, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien destacó que 64 por ciento de la matrícula de posgrado está en instituciones privadas.
En la conferencia Ciencia, trans-formación y esperanza, en la Facul-tad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, destacó la reforma de raíz al Reglamento de Becas y al Sistema Nacional de Posgrados para una valoración cuantitativa de logros alcanzados, con mayor rigor científico y pertinencia social.
Al presentar los cinco ejes rectores de Conacyt, que incluye el desarrollo de Programas Nacionales Estratégicos, con la articulación de diez agendas temáticas y de proyectos prioritarios para el gobierno federal, destacó que a diferencia del PNPC, cuyos posgrados “se usaron como bancos de becas”, ahora se garantiza la postulación directa de estudiantes, sin intermediarios y en igualdad de oportunidades.
Álvarez-Buylla aseguró que durante el periodo neoliberal se gene-ró un crecimiento desproporcionado de posgrados en instituciones privadas, “muchos de ellos impulsados por criterios de rentabilidad financiera, modas y coyunturas artificiales. En contraste, se debilitaron los posgrados de las universidades públicas, descuidando áreas de conocimiento prioritario y estratégicas para el desarrollo científico y tecnológico” del país.
Destacó que el año pasado más de 2 mil estudiantes de posgrados “se quedaron sin beca, pese a lo cual no renunciaron a su pasión, a su vocación, y hoy queremos que todos tengan beca”.