Estudiantes y organizaciones feministas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) marcharon hasta las oficinas de la dirección general de esa casa de estudios para exigir la instalación de una mesa resolutiva que garantice la investigación y, en su caso, sancione los hechos de hostigamiento y acoso sexual denunciados en el Politécnico. También demandaron un nuevo Protocolo para la Prevención, Detección, Atención y Sanción de la Violencia de Género que “no culpe a las víctimas ni proteja a los agresores”.
Luego de una protesta de más de cuatro horas, el director general del IPN, Arturo Reyes Sandoval, se reunió con alumnas para escuchar sus denuncias y atender sus demandas. En el encuentro, que se realizó a puerta cerrada, participaron funcionarios de la Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género, aseguraron fuentes de la institución.
La protesta se inició poco antes de las 13 horas, cuando un contingente partió de un Metro cercano al campus Zacatenco. A su llegada a uno de los accesos, se negó el paso a las manifestantes, por lo que mujeres vestidas de negro y con el rostro cubierto rompieron los cristales de una caseta de vigilancia e ingresaron.
Una vez dentro del campus, avanzaron hasta la dirección general, algunos de cuyos muros pintaron, y colocaron un “tenderete de denuncia” en las puertas de cristal del edificio. Tras la llegada de las manifestantes, personal de esa casa de estudios fue desalojado, pese a que las estudiantes reiteraron que se trataba de una protesta pacífica.
Cerca de las 16 horas, funcionarios del IPN propusieron la instalación de una mesa de diálogo, a la que asistiría el secretario general, Juan Manuel Cantú, lo que fue rechazado por las alumnas, quienes exigían la presencia de Reyes Sandoval.
La protesta se llevó a cabo tras una denuncia de agresión sexual a una alumna del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyt) número 7, difundida en redes sociales y portales de Internet. El pasado 23 de marzo, el Politécnico emitió un comunicado en el que señaló que “como resultado de la información recabada hasta el momento (con la alumna, los estudiantes involucrados y sus padres), se comunica que no existió el presunto delito”.
Organizaciones feministas del IPN denunciaron que “no se escucha a las víctimas, se les abandona, se niegan los hechos y se sigue protegiendo a los agresores”, por lo que rechazaron la información dada a conocer por el Politécnico. Aseguraron que se han denunciado otros casos en los Cecyt 4 y 8, “sin que a la fecha se haya concretado alguna investigación o sanción”.