Moscú. Rusia anunció ayer que concentrará sus esfuerzos en la “liberación” del este de Ucrania, tras lograr sus objetivos y haber bloqueado las ciudades de Kiev, Járkov, Chernígov, Sumy y Nikoláev, y ocupar Jérson y la mayor parte de las regiones de Zaporiyia, en una jornada en la que reconoció que mil 351 soldados de sus filas murieron desde el comienzo de la ofensiva.
El Ministerio de Defensa ruso indicó que los separatistas a los que apoya controlan ahora 93 por ciento de la región ucrania de Lugansk y 54 por ciento de la región de Donietsk, las dos zonas que conforman el Donbás.
“Las principales metas de la primera etapa de la operación se han cumplido en general”, afirmó Sergei Rudskoi, jefe de la Dirección Operativa Principal del Estado Mayor ruso.
“El potencial de combate de las Fuerzas Armadas de Ucrania se ha reducido considerablemente, lo que (...) permite centrar nuestros esfuerzos en el asunto principal: la liberación del Donbás”, informó.
Rudskoi reconoció que mil 351 soldados rusos habían muerto en la ofensiva y 3 mil 825 habían resultado heridos, cifra de bajas no actualizada desde el 2 de marzo, cuando el parte oficial reconoció el fallecimiento de 498 soldados. Kiev afirmó que unos 15 mil soldados rusos han muerto en combate.
El gobierno de Vladimir Putin aseguró haber provocado 14 mil muertos en las filas ucranias y 16 mil heridos, y que destruyó la mayor parte de la fuerza aérea y defensa antiaérea del país ocupado el pasado 24 de febrero.
Sostuvo que “las fuerzas navales del país fueron anuladas y se destruyeron 39 bases de almacenamiento y arsenales, los cuales contenían hasta 70 por ciento de todas las existencias de equipo militar, material y combustible, así como más de millón 54 mil toneladas de municiones”.
Notificó que 16 de los principales aeródromos militares y 30 fábricas del sector de defensa de Ucrania fueron neutralizados por la fuerzas rusas.
El Kremlin apuntó que no descartaba asaltar las ciudades ucranias que ha bloqueado y que reaccionaría inmediatamente a cualquier intento de cerrar el espacio aéreo en Ucrania, algo que Kiev ha pedido a la OTAN, pero la alianza militar se ha resistido por temor a un enfrentamiento directo con Moscú.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, confirmó que la ofensiva proseguirá hasta conseguir la total “desmilitarización y la ‘desnazificación’ de ese país”.
El Ministerio de Defensa de Ucrania reconoció que las fuerzas rusas lograron crear parcialmente un corredor terrestre a Crimea desde el territorio de la región ucrania de Donietsk.
Estados Unidos estima que Rusia está dando prioridad al Donbás, frente a Kiev, en lo que podría ser un intento por ganar terreno en las negociaciones y aislar a las fuerzas ucranias del este del resto del país, señaló un alto cargo de Defensa de la potencia de occidente.
Las autoridades de Mariupol notificaron que al menos 300 personas podrían haber muerto en el bombardeo ruso de un teatro en el asediado puerto el 16 de marzo, en el que estaban refugiados unos mil civiles. Rusia negó el ataque y lo atribuyó a ultranacionalistas del batallón de Azov. Kiev y Moscú presentaron versiones contradictorias en torno a si se está reubicando a civiles en Rusia de manera voluntaria o si están siendo coaccionados o manipulados.
Lyudmyla Denisova, defensora de los derechos humanos de Ucrania, aseguró que 402 mil personas, entre ellas 84 mil niños, fueron reubicadas contra su voluntad en Rusia. En tanto, el coronel general ruso, Mijail Mizintsev dijo que las aproximadamente 400 mil civiles fueron evacuados hacia Rusia desde que comenzó la guerra son originarias de las regiones de Donietsk y Lugansk.
La jefa del equipo de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas en Ucrania, Matilda Bogne, señaló que observadores reciben cada vez más reportes sobre fosas comunes en Mariupol, incluida una que parecía contener 200 cuerpos.
Las tropas rusas trataron durante varios días rodear Kiev, pero esos contraataques “le han permitido a Ucrania recuperar aldeas y posiciones defensivas hasta a unos 35 kilómetros” de la capital, detalló un informe del Ministerio de Defensa británico. Los misiles de crucero rusos Kalibr destruyeron cerca de Kiev un importante centro de distribución de combustible que suministraba productos al ejército ucranio, informó Rusia.
“En la noche del 24 de marzo se lanzó un ataque con misiles de crucero navales Kalibr de alta precisión que destruyó un centro de combustible en la localidad de Kalinovka, en las inmediaciones de Kiev, la mayor base que quedaba a disposición del ejército ucraniano y que suministraba material a las unidades militares en la parte central del país”, declaró el portavoz de Defensa, general mayor Ígor Konashénkov
La comandancia de la fuerza aérea ucrania en Vinnitsa fue alcanzada por una salva de misiles de crucero que causaron “daños importantes”, informaron las Fuerzas Armadas ucranias.
En Járkov, el alcalde denunció bombardeos “indiscriminados” que dejaron al menos cuatro muertos.
Las autoridades ucranias indicaron que las fuerzas rusas habían rodeado la ciudad norteña de Chernígov y estaban bombardeando zonas donde los residentes se encontraban atrapados sin electricidad, calefacción y agua.