Rzeszów. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó ayer Polonia, a poco más de 90 kilómetros de Ucrania, resaltando que “lo más importante” que la comunidad internacional pueda hacer en este momento es “mantener a los países democráticos unidos” en la oposición a la ofensiva de Rusia y “esforzarse” por mitigar “la devastación” causada “por un hombre, que francamente” considera “un criminal de guerra”.
Biden elogió la valentía del pueblo ucranio, comparándolo con el levantamiento popular de la plaza Tiananmen, en Pekín de 1989, y agradeció a Varsovia por acoger a más de 2 millones de refugiados.
“Lo más importante que podemos hacer (...) es mantener la unidad de las democracias en nuestra determinación y nuestros esfuerzos para reducir la devastación provocada por un hombre que creo que es un criminal de guerra”, señaló Biden en una reunión con su homólogo polaco, Andrzej Duda.
El mandatario compartió una comida con soldados de la 82 División Aerotransportada del ejército de Estados Unidos emplazados en la zona del aeropuerto de Rzeszów y habló de lo mucho que está en juego en la ofensiva rusa de Ucrania.
“Están en el centro de una lucha entre democracias y oligarcas”, indicó Biden, refiriéndose a los rusos ricos que se enfrentan a las sanciones occidentales.
“Lo que está en juego es cómo van a ser sus hijos y nietos en términos de libertad”, agregó. Biden recibió información sobre la respuesta humanitaria para ayudar a los civiles que se refugian de los ataques rusos dentro de Ucrania y para atender al creciente flujo de refugiados.
“Estoy aquí en Polonia para ver de primera mano la crisis humanitaria”, declaró al comienzo de una reunión con Duda, así como con ONG y autoridades estadunidenses y polacas. “Francamente, parte de mi decepción es que no puedo verlo de primera mano como lo he hecho en otros lugares. No me dejan, comprensiblemente, supongo, cruzar la frontera y echar un vistazo a lo que ha estado sitiada desde los primeros días de la guerra.
El jefe de la Casa Blanca, quien llegó a Polonia tras haber anunciado en Bruselas una serie de medidas para que la Unión Europea consiga reducir su dependencia del petróleo y el gas ruso, aseguró que vendrán más sanciones contra Moscú.
En Rzeszów, las imágenes de televisión lo mostraron compartiendo una pizza de pepperoni y jalapeño y charlando con los paracaidistas estadunidenses reunidos en la cafetería de la base. “Sólo he venido a dar las gracias. Gracias, gracias, gracias, gracias”.
El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan afirmó que Washington “no tiene la intención de usar armas químicas sean cuales sean las circunstancias”, es decir, incluso si Moscú las emplea en Kiev.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, rechazó el pedido del presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, para enviar armas al país y respaldar las sanciones al sector energético ruso.
En otro asunto humanitario, el Programa Mundial de Alimentos de la Organización de Naciones Unidas prometió ayudar hasta abril a 2.5 millones de ucranios.