Asintal. El parque arqueológico Tak’alik Ab’aj en Guatemala, que albergó a un pueblo prehispánico que experimentó la transición de olmeca a maya, aspira a convertirse en uno de los próximos sitios en ser declarados patrimonio de la humanidad.
Los bloques rectangulares de piedra y máscaras mortuorias con jade revelan un “excepcional” cambio en sus habitantes de las costumbres olmecas, que venían en declive, hacia la naciente cultura maya, según la arqueóloga Christa Schieber.
La especialista es una de las responsables del sitio que vivió “el amanecer de la era maya”, rodeado por espesa vegetación y cafetales en el municipio de El Asintal, en el sureño departamento de Retalhuleu.
Tak’alik Ab’aj “fue uno de los actores activos en crear los nuevos conceptos después del fenecimiento de la cultura olmeca. Es como un laboratorio donde uno ve los cambios que se dan poco a poco”, explicó.
La ciudad estuvo ocupada durante mil 700 años (de 800 aC a 900 dC), y se estima que el puente transicional ocurrió entre 350 aC a 100 dC, en el final del periodo Preclásico Medio. Tras su abandono, fue descubierta en 1888.
En el sitio se han encontrado piedras talladas de origen olmeca que se mezclan con estructuras mayas.
Uno de los ejemplos es un monumento de un gobernante maya en cuya cabeza se colocó un murciélago –representación del inframundo– y sobre éste un personaje olmeca, para dar importancia a los antepasados.
El nombre original del pueblo es un misterio y fue bautizado como Tak’alik Ab’aj, que en idioma maya-k’iche’ significa piedra parada.
Schieber indicó que, en su metamorfosis, Tak’alik Ab’aj desarrolla nuevas soluciones, conceptos y códigos artísticos que dan como resultado lo “temprano” de la “clásica cultura maya”.
Entre los descubrimientos más importantes figura el entierro del rey K’utz Chman, revelado en 2012, posiblemente el gobernante responsable de la transición.
El entierro, acompañado por seis figurillas de barro femeninas, es considerado uno de los más antiguos hallados en la región mesoamericana, que abarca del sur de México a Centroamérica. Además, Tak’alik Ab’aj muestra los primeros pasos de la escritura maya.
Aunque no es el único lugar en la costa sur guatemalteca que ofrece indicios de esa transición olmeca-maya, la “magistralidad como se manifiesta eso en Tak’alik Ab’aj es hasta el momento única y excepcional”, apuntó Schieber.
El viceministro de Cultura de Guatemala, Mario Maldonado, señaló que el parque reúne todos los “valores” para que sea declarado patrimonio mundial, entre ellos que ilustra una significativa etapa en la historia de la humanidad.
La candidatura se planteó el año pasado. La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), tiene previsto tomar la decisión a mitad de año, agregó Maldonado.
Los sitios declarados patrimonio de la humanidad en Guatemala hasta ahora son la ciudad colonial de Antigua y los parques arqueológicos mayas Tikal y Quiriguá.