En años recientes, casi 50 mil migrantes mexicanos de la tercera edad regresaron a su país, después de haber trabajado durante años en Estados Unidos, pero muchos de ellos lo hicieron en condiciones de salud muy precarias y sin tener más familiares que puedan cuidarlos, lo cual los deja en un escenario de gran vulnerabilidad física y emocional.
Así lo afirmaron los participantes en el foro Población, migración y envejecimiento, quienes señalaron que, contrario a la idea de que la movilidad internacional es sólo un asunto de personas jóvenes, cada vez más adultos mayores cambian de país de residencia, sin que hasta el momento se hayan estudiado a consciencia las implicaciones de dicho fenómeno.
Durante la conferencia magistral del evento, realizado este jueves de forma híbrida en la ciudad de Durango, el investigador universitario Telésforo Ramírez señaló que las personas de la tercera edad se han incorporado a los flujos migratorios en números considerables.
De regreso a casa
Un ejemplo de ello, aseguró, es que tan sólo entre 2015 y 2020, poco más de 48 mil migrantes de origen mexicano regresaron a su país, luego de vivir y laborar en Estados Unidos, a los que se suman otros 10 mil que volvieron a México desde otros países, de acuerdo con datos del Censo General de Población de 2020.
De igual forma, se calcula que en Estados Unidos viven actualmente unas 2 millones de personas adultas mayores mexicanas, muchas de ellas sin documentos migratorios, lo cual las margina de diversos servicios y derechos.
La vejez tras una vida de sacrificios
El experto en temas de migración y población señaló que muchos de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos se ven expuestos a riesgos y dificultades que impactan en su salud cuando cruzan la frontera, pero también al llegar a su punto de destino, todo lo cual repercute en su estado físico y emocional a largo plazo y se manifiesta con mayor claridad en la senectud.
Pero así como miles de migrantes mexicanos regresan a su país en edades avanzadas, también muchos connacionales emprenden el viaje hacia el norte ya en la tercera edad, sobre todo porque sus hijos o nietos prefieren intentar una reunificación familiar en Estados Unidos, que exponerse a salir de aquel país para visitar a sus seres queridos en México.
La migración, añadió Ramírez, es un elemento que define aspectos demográficos como la edad promedio de los habitantes de un país, ya que en las naciones donde muchos de sus jóvenes salen en busca de mejores condiciones de vida, ocurre un envejecimiento que muchas veces tiene lugar de forma prematura y acelerada.