Ciudad de México. Pese a los estragos causados por la variante ómicron, en enero el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el cual observa el comportamiento de la economía mexicana a corto plazo, mostró un ligero avance de 0.4 por ciento frente al mes anterior inmediato, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con el dato del segundo mes del año, la medición sumó tres meses consecutivos de crecimiento pese a una ligera desaceleración respecto a diciembre, mientras que en su variación a tasa anual creció 1.8 por ciento.
Aunque a principios de año la cuarta ola de covid-19 causó ausentismo en los centros de trabajo, sobre todo en los sectores de servicios e industria, los efectos habrían sido menores respecto a otras ocasiones como la segunda ola ocurrida entre diciembre de 2020 y febrero del año pasado gracias al avance de la vacunación en la población.
El ligero avance mensual se explicó principalmente por el crecimiento de 1 por ciento en las actividades industriales.
El sector comercio y servicios, cuya participación en el producto interno bruto (PIB) es de casi dos terceras partes, creció 0.2 por ciento respecto a diciembre.
En contraste, el sector primario —que incluye a la agricultura, ganadería y caza— observó la mayor contracción con 2.3 por ciento mensual.
El crecimiento de 1.8 por ciento del IGAE a tasa anual avanzó gracias al impulso observado en el sector secundario, el cual creció 4.3 por ciento respecto a enero del año pasado.
Las actividades primarias observaron un crecimiento de 1.4 por ciento respecto al segundo mes de 2021.
El sector terciario mostró en enero un avance de 0.8 por ciento en comparación con igual lapso de un año atrás.
Analistas de Grupo Monex comentaron que el desempeño de la economía ha mejorado respecto a lo que se vivió en el segundo semestre del año pasado.
“Luego de un segundo semestre plagado de infortunios, la economía mexicana camina a un ritmo constante en este inicio de año”, dijeron.
Sin embargo, consideraron que las ganancias logradas todavía no son suficientes para alcanzar los niveles máximos de marzo del año pasado, pero de mantenerse la inercia podría darse una mejora en la perspectiva de crecimiento para México.
“Las condiciones de incertidumbre seguirán teniendo un peso relevante y será difícil que el conflicto en Europa del Este no tenga un impacto negativo en diferentes sectores, por lo que, de momento mantenemos nuestro pronóstico de avance del PIB en 1.7 por ciento para 2022”, apuntaron.