Ciudad de México.Estados Unidos es un ogro feroz para el Tricolor, un equipo que provoca sus peores miedos, incluso en el estadio Azteca. Lo que en Gerardo Martino es el síndrome del cascarrabias, el gruñón se recluye porque se siente incomprendido, en su colega Gregg Berhalter es rencor revenido. El empate de anoche en el Coloso de Santa Úrsula (0-0) fue acaso una demostración de la diferencia que hay entre los dos equipos: un rival que perdona y juega como el gigante de la zona, y un Tri cada vez más deslucido.
Si el marcador no pasó a la historia como otro de los capítulos oscuros de México en una eliminatoria mundialista fue por los errores de Christian Pulisic, Jordan Pefok Siebatcheu y Ricardo Pepi. Los tres pudieron derribar el mito del Azteca, pero fallaron y volvieron figura al portero Guillermo Ochoa.
La pesadilla del Tata contra sus vecinos del norte sumó su cuarto partido sin victorias ni celebraciones: dos finales perdidas, en la Liga de Naciones y la Copa Oro 2021, la derrota que le costó el liderato en el octagonal antecedieron este empate.
Para México, ganarle a Estados Unidos no significaba otra cosa que llegar al Mundial. A Qatar, sin embargo, según dicen los técnicos que han sido campeones del mundo, no se viaja con miedos. Y este equipo tricolor mostró eso: desconfianza, peligro y angustia. Si alguna vez fue considerado el mandamás de la Concacaf, hoy sólo parece un Frankestein con los pies pequeños, tropezándose al mínimo avance y provocando risas.
La mejor señal de lo que proyectó el equipo de Martino fue el grito de “¡Sí se puede!”, una comprobación de todas las veces que no se pudo jugando con la pelota. El mano a mano de Pulisic frente a Ochoa les robó un suspiro, pero luego vino algo que pudo se peor: un remate de Jordan Pefok, que, sin marca en el área chica y luego de una triangulación, no supo cómo definir y se perdió la jugada más clara de la noche.
En cuestión de puntos, México quedó con la puerta abierta al Mundial tras llegar a 22 y mantenerse en el tercer lugar, los mismos que los de las barras y las estrellas, pero con peor diferencia de goles. Lo que no acompañó su andar fue su afición, que recriminó a jugadores como Héctor Herrera, Carlos Rodríguez y Jesús Corona la falta de entrega.
Herrera, el mismo que criticó la cancha del Azteca por su mal estado y que dijo que los rivales ya no se sienten visitantes cuando llegan a la capital, entregó más cuentas negativas que buenas ante Estados Unidos. Pero las malas actuaciones, como el miedo, se transmiten. Por eso, a excepción de Hirving Chucky Lozano, el resto del equipo mexicano se fue abucheado por otra historia para olvidar.
Por su parte, Costa Rica le impidió al líder Canadá (25 puntos) celebrar su clasificación al Mundial 2022 y de paso se adueñó del cuarto puesto del octogonal de la Concacaf al ganar 1-0 en el Estadio Nacional en San José.
Gracias al gol de Celso Borges (45+1), los ticos llegaron a 19 unidades, por lo que aún aspiran al repechaje, mientras Canadá deberá esperar hasta el domingo, en el duelo ante Jamaica, para sumar el punto que le falta para amarrar su participación en su segundo Mundial, el primero desde México 1986.
En otro duelo, Panamá y Honduras empataron 1-1, resultado que complica la clasificación del combinado canalero.
Los goles en el estadio Rommel Fernández, en Ciudad de Panamá, fueron de Rolando Blackburn (23) para los locales y Kevin López (65) para la visita, que no se jugaba nada.
Con este resultado, Panamá se quedó en el quinto lugar de la clasificación, con 18 puntos.
En tanto, Jamaica y El Salvador igualaron 1-1 en el estadio Nacional de Kingston, en un duelo entre dos selecciones que ya no pueden clasificar a Qatar 2022.
Los salvadoreños abrieron el marcador por conducto del defensa Eriq Zavaleta al minuto 21, mientras Jamaica igualó al 72 con gol de André Gray.