Ciudad de México. En el mundo, cerca del 40 por ciento de los alimentos se desperdicia, lo que a su vez ocasiona una mayor generación de gases efecto invernadero equivalentes a las emisiones anuales de dióxido de carbono y metano de 15 millones de automóviles, señaló Jorge Rickards, director en México del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Además, esos alimentos que no llegan a las mesas, no sólo generan el 10 por ciento de las emisiones de gases invernadero que contribuyen al calentamiento global, sino también, apuntó, al derroche de recursos como la tierra, el agua, la energía y el trabajo humano para cultivarlos.
En el caso de México, se desperdician al año más de 94 kilos de alimentos por persona, añadió en la conferencia de prensa El reto para evitar el desperdicio de alimentos.
Ante esta situación, en conjunto con una institución universitaria, WWF México impulsa el proyecto "Comunicación para el cambio" –cuya primera etapa es un piloto–, con la finalidad de que las nuevas generaciones promuevan cambios de comportamiento en sus hogares para evitar el desperdicio de alimentos y concientizarlos sobre las consecuencias negativas de esta problemática para la biodiversidad.
“El objetivo del proyecto es que los jóvenes tomen este liderazgo. Sin las generaciones jóvenes promoviendo este cambio de actitud va a ser muy difícil que enfrentemos este reto”, manifestó.
La iniciativa también impulsa la campaña “Dale Chamba”, cuyo objetivo es promover acciones precisas contra el desperdicio a partir de tres estrategias: prevención, uso eficiente de ingredientes, y el cambio en la percepción estética de los alimentos.
Foto: Luis Castillo
"A escala global, las cinco amenazas más inquietantes que enfrentará la humanidad en los próximos diez años están relacionadas con el ambiente. Sin un cambio de comportamiento en nuestras vidas cotidianas no podremos hacer frente ni a los climas extremos ni a la pérdida de biodiversidad ", comentó Rickards.
Incluso la problemática ambiental, subrayó, ya está por encima y rebasó a muchos de los temas que se plantearon como “las grandes amenazas”, tales como financieras y de hambre.
El informe Planeta Vivo 2020 de WWF señala que la producción de alimentos es la principal causa de la disminución de las poblaciones de especies animales y vegetales, al provocar la pérdida y degradación del hábitat, incluida la deforestación. A nivel mundial, América Latina es la región donde mayor pérdida de biodiversidad hay producto de las actividades humanas.
Evitar el desperdicio de alimentos tiene múltiples beneficios para el ambiente: aminora la presión sobre los vertederos existentes y, por tanto, contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y a la disminución de la contaminación de la tierra y el agua. Asimismo, ayuda a acrecentar la conciencia sobre estilos de vida sostenibles y coadyuva a la seguridad alimentaria, destacó la organización ambiental.
El proyecto también contará con la participación de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Bielefeld, en Alemania.
"La cooperación internacional ofrece una excelente oportunidad para que los líderes juveniles se pongan en contacto con organizaciones, empresas, actores políticos y, por supuesto, con jóvenes de otros países para que puedan forjar nuestro futuro a través de compartir, intercambiar conocimientos e inspirarse", añadió Christine VanDeuren, directora del Proyecto de Comunicación y Política Internacional de Biodiversidad de WWF Alemania.