Washington. La relatoría especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos alertó “sobre la normalización y profundización de la violencia de periodistas en México”, demandó al gobierno mexicano dimensionar las causas y efectos de este fenómeno y a adoptar medidas complementarias para la protección de periodistas y reducir “la impunidad contra los crímenes contra la prensa”.
En un informe especial sobre la situación de los periodistas en México, la relatoría especial dijo que en las primeras diez semanas de año se han tenido cocimiento del asesinato de ocho periodistas. “La relatoría observa con particular preocupación el recrudecimiento de la violencia contra periodistas en México y reitera que este tipo de ataques vulnera la libertad de expresión tanto en su dimensión individual como colectiva, ya que afecta el derecho de la sociedad a estar informada y no pueden ser tolerados en una sociedad democrática”.
La relatoría subrayó que la fragilidad de las garantías de libertad de expresión en México y recuerda al Estado que “quienes sostengan posiciones de liderazgo político están llamados a mantener un discurso favorables a la deliberación pública y abstenerse de realizar discursos que puedan directa o indirectamente alentar o promover violencias contra personas comunicadoras y periodistas”.
La relatoría señaló que estos ataques se dan en contexto de una crisis de violencia que enfrenta México. Si bien reconoció la existencia de acciones adoptadas por el gobierno federal para crear un sistema nacional de prevención y protección a los defensores de derechos humanos y periodistas, México está en un momento crítico para las garantías de libertad de prensa.
“La relatoría considera que los recursos humanos y financieros destinados al mecanismo de protección vigente no han sido eficaces para evitar el asesinato de periodistas”.
De igual forma, esta instancia informó que recibió de la vocería de la presidencia de la república una comunicación en la cual se indicó que el gobierno federal condena cualquier acto de violencia contra las personas que ejercen el periodismo en México. Sin embargo enfatizó en que “los esfuerzos institucionales actuales se encuentra desarticulados y en ocasiones son contradictorios y sumados resultan insuficientes para contener el fenómeno de la violencia contra la prensa que actualmente representa una de las principales amenazas a la libertad de expresión”.