Zacatecas. La fracción de Morena en el congreso del estado de Zacatecas, propuso reformas a la ley electoral local para evitar “el chapulineo”, y que los diputados de representación proporcional que “brinquen” de partido político, abandonando las filas de la organización partidista que originalmente los postuló, sean destituidos automáticamente del cargo, y en su lugar se designe a quien fue el candidato suplente.
La propuesta fue presentada por el diputado local de Morena, Ernesto González Romo, quien calificó su iniciativa como “Ley Laviada”, en alusión directa al diputado Enrique Laviada Cirerol, un político que ha desfilado por las filas del PRI, PRD, Morena —partido que lo postuló para llegar a la curul que actualmente ocupa en la legislatura zacatecana—, y ahora milita en el partido Movimiento Ciudadano.
Lavida Cirerol —muy cercano políticamente al senador Ricardo Monreal Ávila, de quien fue funcionario cuando éste fue gobernador entre 1998 y 2004—, también fue funcionario estatal en el gobierno del priista Rodrigo Medina en Nuevo León, y el pasado mes de septiembre, renunció a Morena el pasado mes de septiembre, declarándose “independiente”, exactamente un día después de haber tomado protesta como diputado de Morena. Actualmente, milita en Movimiento Ciudadano.
Con este contexto, el diputado Ernesto González Romo, puso a consideración del pleno del congreso local, la iniciativa de decreto para reformar la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Zacatecas, en su Artículo 51, “agregando un párrafo cuarto, para garantizar la revocación de mandato de las diputadas y diputados chapulines”.
En su exposición de motivos, González Romo planteó que “las diputadas y diputados plurinominales o de representación proporcional deben representar con dignidad los valores y principios de sus partidos políticos y de sus militancias en la legislatura de nuestro Estado”.
Pero, acotó, “al cambiar de Partido, una diputada o diputado de representación proporcional rompe con el objetivo de garantizar la pluralidad de nuestra entidad y traiciona a los electores de su partido, traicionando además el programa y las propuestas de campaña que motivaron a los electores a entregar su voto a dicho instituto político”.
Cuando una diputada o diputado plurinominal o de representación proporcional “decida en libertad cambiar de partido, debe renunciar a la representación popular que se le dio, pero en caso de no hacerlo, debe ser revocado de inmediato en su mandato para que su suplente represente los valores, programa y propuestas de sus partidos políticos y se restablezca la representación de la pluralidad en la Legislatura”.
El diputado Ernesto González Romo aclaró en su iniciativa de reforma a la ley electoral —que se turnó a comisiones—, qué “en caso de que el suplente caiga en la misma circunstancia”, es decir, que incurra en la práctica de “chapulineo”, entonces “se llamará al siguiente en la lista de representación proporcional (que haya registrado su partido), respetando el principio de paridad”.