Las sequías amenazan con intensificar la crisis del campo, que lucha contra el incremento de los precios de las materias primas y la energía.
De acuerdo con Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex, las sequías se suman a los choques de eventual escasez y provocarían una mayor inflación.
“Ante la coyuntura tan compleja que se está viviendo a nivel internacional, en donde vemos una fuerte apreciación en el precio de varias materias primas, los que sufren un mayor incremento son los asociados al sector energético, y algunos agropecuarios, como trigo, maíz y algodón; a los riesgos que representa una posible escasez originada por la guerra entre Ucrania y Rusia, se le suma lo que estamos observando en Estados Unidos, donde las lluvias han sido muy escasas en lo que va de 2022.”
Los futuros de algodón subieron por encima de 130 dólares la libra, el nivel más alto desde junio de 2011, debido a expectativas de menor oferta por la sequía en áreas de cultivo de Estados Unidos y una mayor demanda.
Las lluvias han sido muy escasas desde principios de enero en el noroeste de Texas, que representa alrededor de 40 por ciento de toda la producción de algodón del país. Además, el aumento del costo de los pesticidas puede limitar el crecimiento de la superficie cultivada en Estados Unidos. Mientras tanto, la demanda está aumentando, especialmente desde China, a raíz de un choque de oferta provocado por un fenómeno climatológico.
Cambio climático afecta a ecosistemas y la economía
Para Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base, la guerra ha llegado en un momento cuando los precios de las materias primas a nivel global ya se habían disparado, debido a los problemas en la oferta.
En el caso de los metales industriales, los problemas en la oferta se dieron por los altos precios en los energéticos, así como los problemas en las cadenas de suministros y los cierres durante la crisis sanitaria. Para el caso de los productos agrícolas, las cosechas se han visto enfrentadas a los daños causados por las sequías en Brasil y Argentina que ya han limitado el suministro.
La consultoría KPMG advirtió que las sequías, inundaciones, olas de calor extremas y el aumento de los niveles y temperatura de los océanos no solamente afectan a los ecosistemas, sino también a la economía de todos los países, la salud de los seres humanos, las cadenas de suministro y la accesibilidad a los recursos naturales.