Santa Lucía, donde se ubica el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), es un sitio paleontológico espectacular, pocos a nivel mundial muestran tantos restos de mamuts, considera el investigador Joaquín Arroyo-Cabrales.
No cabe duda de que fueron contemporáneos de los humanos, tampoco de la interacción que tendrían con estos animales, dado su tamaño. Y los hallazgos en Santa Lucía, como en Tultepec, ambos en el estado de México, podrían dar certeza de cuál pudo ser esa relación, explica en entrevista.
Entre las incógnitas que los restos ayudarán a resolver se encuentran las razones de la desaparición de estos animales en la cuenca del Valle de México, si fue por el impacto humano o por cambios en el medio ambiente, como pudo ser la actividad volcánica, expone el experto del Laboratorio de Arqueozoología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Apuntó que en el país hay más de 300 sitios con vestigios de mamut colombino, entre los cuales destaca Santa Lucía, donde se iniciaron trabajos de investigación hace más de un año, por la cantidad de restos.
Sin embargo, la labor fue muy lenta durante la pandemia. “Tenemos muchas expectativas. Todo se ha ido retrasando, fundamentalmente las recolectas de restos, así como los análisis de laboratorio” para determinar los años de antigüedad de los restos, explica el biólogo y experto en zoología, doctor en ciencias por la Texas Tech University.
En México son uno de los animales fósiles más estudiados, se han encontrado yacimientos y las personas reconocen los restos precisamente por su tamaño tan grande, a diferencia de otros animales extintos como camellos o caballos.
En el caso de Santa Lucía, con 480 mamuts, “tenemos que trabajar muy rápido”, aunque se ha dado muy buena colaboración entre el INAH y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que coordinó la construcción del nuevo aeropuerto.
“En cuanto había un hallazgo al excavar se reportaba al equipo de salvamento y se hizo la recuperación. Esto, con los debidos cuidados para preservar el valor científico, que es lo importante, porque nos permite puntualmente tener una reconstrucción de las poblaciones que existieron de estos animales”.
Informó que en el Museo del Mamut, que se ubica cerca de las instalaciones aeroportuarias, “la idea es mostrar cómo pudo ser el paisaje cuando vivían estos animales, con algunos rasgos biológicos, con cuáles otros convivía y aspectos que llamamos el imaginario de las personas respecto a ellos, finalmente, cómo fue la excavación”.
El espacio expondrá mucha de la información disponible en este momento, pero eventualmente será un museo dinámico que integrará datos más específicos de los depósitos de Santa Lucía, en cuanto se comience a generar. Tanto el INAH como la Sedena preparan “algo muy atractivo para la región, así como para los visitantes nacionales e internacionales que lleguen al aeropuerto y puedan pasar algún tiempo en el museo”.