Mientras el Congreso de Estados Unidos avaló en unos días recursos para apoyar a Ucrania, la propuesta hecha por el gobierno de México para impulsar el desarrollo en Centroamérica con programas como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en esa región, “ya va para cuatro años y no se aprueba”, criticó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sobre ello, dijo, dialogó con el secretario de Seguridad Nacional estadunidense, Alejandro Mayorkas, en la reunión que sostuvieron la semana pasada.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario expuso que México está ayudando a Centroamérica, pese a no tener suficientes recursos, por lo que ha exhortado a Washington a invertir.
“Veía yo que lo que la cantidad que se aprobó para Ucrania, y lo digo con todo respeto, fue mucho mayor que la requerida para apoyar a las comunidades pobres de los países de Centroamérica y del Caribe. Entonces, de eso tratamos. La verdad, es muy buena la relación, pero hay mucha burocracia también allá; creo que el elefante ese está más grande y más reumático que el de nosotros”, señaló.
Recordó que otro de los temas pendientes es el compromiso de regularización migratoria de los mexicanos que trabajan y viven honradamente en Estados Unidos. “A ver, ¿por qué está detenida esa iniciativa en el Congreso? ¿Qué, no es importante? ¿Por qué no se aprueban los recursos para Centroamérica?”, preguntó.
Luego de reiterar que ya no son los tiempos del plan Mérida, cuando Washington donaba a México helicópteros, aviones artillados o equipos bélicos, y en cambio ahora se pide una relación de cooperación para el desarrollo, López Obrador respondió a las recientes declaraciones del ex fiscal general estadunidense Bill Barr, quien sostuvo que su gobierno perdió el control del país.
Sobre las diferencias que se tienen, no sólo con la administración del vecino del norte, sino con gente de muchas partes del mundo y con el bloque conservador de México, expresó que “todo esto que se resume en la frase de abrazos, no balazos, él (Barr) lo menciona. Y yo sostengo que no se puede enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia sólo con medidas coercitivas”.
Defendió que con esa política “estamos saliendo adelante, sin masacres, sin el ‘mátalos el caliente’, respetando los derechos humanos; con abrazos, no con balazos”.
Se refirió también a los hechos de violencia generados por la detención de Juan Gerardo Treviño Chávez, El Huevo, líder del cártel del Noreste. Aseguró que “afortunadamente todo ha vuelto a la normalidad” y hay calma en Nuevo Laredo.